Trabajadores de guarderías municipales de Las Palmas de Gran Canaria han visto en las últimas semanas reducidos sus salarios de manera drástica mediante la aplicación de la reforma laboral. El hecho en sí no revestiría más trascendencia que la crudeza de ver a final de mes 500 o 600 euros menos en la cuenta corriente, si no fuera por la novedosa forma de la adjudicataria del servicio público, Ralons Servicios SL, a la hora de comunicar la rebaja del montante bruto.
La empresa de Miguel Ángel Ramírez desnuda de una forma rotunda sus cuentas ante sus propios trabajadores para justificar la medida, ya de por sí blindada judicialmente con las últimas reformas del Gobierno de España, en cartas de hasta cinco y seis folios donde comunica la rebaja de los salarios, después de exponer tanto la situación general del sector servicios como la particular del contrato firmado en 2010 con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.
“Es una medida necesaria tomada sin trampa ni cartón, para que todo el mundo sepa cómo están nuestras cuentas y cuál es el futuro de la empresa si no se adoptan estos recortes”, explicó el propio empresario a este periódico, después de desgranar lo que detalla al dedillo en las cartas que están recibiendo sus empleados. “La ley nos recomienda motivar los recortes salariales, hay empresas que lo hacen, y otras que no”, indicó el también presidente de la UD Las Palmas SAD.
Y en su caso, lo cuenta todo. Desde las rebajas de hasta un 20% que han sufrido las licitaciones públicas en los últimos años hasta convertirse en “subastas” para alcanzar el menor precio de adjudicación, hasta los cada vez más elevados costes de financiación ante los bancos para adquirir liquidez debido a la morosidad de sus propios clientes, las administraciones públicas.
En las cartas a las que ha tenido acceso este diario, Ralons Servicios SL detalla a sus empleados que a 31 de diciembre de 2011 el montante de trabajos realizados y no cobrados ascendía a 4,6 millones de euros y precisamente por esos impagos y retrasos se han disparado los costes financieros de la empresa. Si en 2009 se pagaba por financiación un coste equivalente al euribor más 0,75 puntos, en 2011 alcanzó euribor más 6,5 puntos y para este año sería de 8,5 puntos. El aumento de estos años ha sido del 88%.
Los argumentos de Ralons van más allá de los datos genéricos y entra en sus propios números: si en 2009 abonó 108.000 euros por costes financieros, en 2011 llegó a 410.000 euros, un 1,3% de su facturación. Para 2012, superará los 600.000 euros y será el 2% de sus ingresos, con un aumento del 277,75% entre 2009 y 2011.
Del mismo modo, la empresa de Ramírez destripa sus beneficios a la baja, que en 2009 fueron de 550.000 euros y en 2011 de 225.000 euros, un 145,58% menos. Y alerta: “El aumento de costes, básicamente financieros para hacer frente a las necesidades de tesorería como consecuencia de los impagos, hace pensar que para 2012, no sea difícil asegurar que sin la adopción de medidas económicas como las que se especifican, quizás incluso adoptándolas, sea muy difícil no entrar en pérdidas y tener auténticas dificultades para continuar con el proyecto empresarial”.
Las explicaciones para los recortes salariales entran incluso a analizar la relación contractual con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria desde agosto de 2010, cuando ese 30% de trabajadores a rebajar sus sueldos fue subrogado por Ralons de la anterior adjudicataria. Entre agosto de 2010 y septiembre de 2011, los gastos financieros de Ralons motivados por los impagos del contrato de gestión de las escuelas infantiles ascendieron a 90.000 euros, para poder financiarse ante los bancos y cumplir con los costes del personal, que en 2011 arrojó una cantidad de 3,4 millones de euros, aparte de 600.000 euros en mantenimiento de las instalaciones, vehículos, material de limpieza, etc.
Ralons incluso detalla gastos de obras en las escuelas por valor de 300.000 euros y otras ya presupuestadas por 2,3 millones de euros, lo que reduce al mínimo el margen de beneficios de su actividad, incluso pone en riesgo “la viabilidad de la empresa ante la efectiva y constatada posibilidad de que el contrato sea deficitario”, por lo que ha decidido recortar los costes de personal -un 80% del total de la empresa- entre el grupo de trabajadores subrogados con condiciones laborales “ad personan” que a juicio de la empresa se apartan, “en algunos casos de forma llamativa”, del coste salarial que establece el convenio colectivo del sector.
La reduccion de los complementos al salario de estos trabajadores supondrá para la empresa un ahorro mensual en costes salariales, al equiparar a un grupo de 80 trabajadores al resto, unas 200 personas que cobran según las tablas del convenio colectivo. “El 63% del coste de personal lo representa el 30% de la plantilla”, incide Ralons en sus cartas explicativas para reducir a ese grupo sus nóminas hasta equipararlas al resto según puesto de trabajo en el convenio colectivo.