El exconsejero de Sanidad Jesús Morera, nuevo gerente del Hospital Doctor Negrín
El socialista Jesús Morera, exconsejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, es el nuevo gerente del Hospital Doctor Negrín de Gran Canaria. Su designación ha sido aprobada este jueves en el Consejo de Gobierno. Sustituye en el cargo a Pedro Rodríguez, que ostentaba el cargo desde enero de 2017, precisamente desde la salida del PSOE del Gobierno regional tras la ruptura del pacto con CC y la llegada al departamento de José Manuel Baltar, quien fuera director de Operaciones de Clínica San Roque, vicepresidente de la Alianza de la Sanidad Privada Española y secretario de la Asociación de Clínicas Privadas de Las Palmas.
El nombre de Jesús Morera se barajó en la lista de candidatos a consejero del ramo tras la firma del pacto de progreso en Canarias entre el PSOE, Sí Podemos, Nueva Canarias y la Agrupación Socialista Gomera. Sin embargo, la elegida fue, finalmente, la también socialista Teresa Cruz, que reúne un perfil diferente, más ligado a la atención sociosanitaria.
Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense de Madrid en 1992, Morera es neurocirujano, especialidad de la que ha sido jefe de servicio en el Hospital Doctor Negrín. Además, cuenta con un máster en Gestión Sanitaria por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y es profesor asociado en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) en el área de Patología del Sistema Nervioso. Durante tres años, de noviembre de 2004 a noviembre de 2007, fue subdirector médico del complejo hospitalario del que ahora asume la gerencia.
Militante socialista desde el año 2002, Morera fue nombrado consejero de Sanidad tras las elecciones celebradas en mayo de 2015 y cesó en el cargo, junto a los otros tres representantes del PSOE en el Consejo de Gobierno (Patricia Hernández, Ornella Chacón y Aarón Afonso) en diciembre de 2016, fecha en la que se rompe el acuerdo con CC tras una serie de desavenencias entre los socios que tuvo precisamente en la sanidad el mayor punto de fricción.
Fue el entonces presidente del Gobierno de Canarias, el ahora senador Fernando Clavijo, quien alertó en verano de 2016 de una situación “insostenible” por una supuesta desviación presupuestaria en la Consejería de 150 millones de euros y reunió a los gerentes de los hospitales públicos de las Islas para instarles a recortar 50 millones de euros “sin importar dónde”. El Servicio Canario de Salud (SCS) llegó a dictar una instrucción par controlar el gasto en el último cuatrimestre del año tras detectar un desajuste que podría comprometer los objetivos de déficit. Tiempo después, la Audiencia de Cuentas reveló en su informe de 2016 que el gasto en el departamento se había reducido en 77,4 millones de euros con respecto a 2015.
“Aquí se viene llorado”, le llegó a espetar Clavijo a Morera en plena discusión sobre la necesidad de costear los tratamientos para pacientes afectados por Hepatitis C.
Desde el PSOE vincularon la actitud del expresidente canario a sus recelos por los pasos que había dado Morera en la Consejería para disminuir el peso de los conciertos con la sanidad privada. Y es que en esta época se creó el equipo para revisar los contratos que el Gobierno de Canarias arrastraba desde hacía décadas con las clínicas privadas, algunos de ellos incluso desde la época preconstitucional, al margen de la legislación vigente. Trabajos que se terminarían materializando con la convocatoria de un nuevo concurso y sus correspondientes adjudicaciones, ya en la etapa de Baltar al frente del área.
Morera también anunció como consejero la reversión a manos públicas del servicio de Medicina Nuclear del Hospital Doctor Negrín, que aùn explota una empresa privada, Dimec, filial del grupo San Roque, gracias a un contrato que expiró en 2015 y que se ha prorrogado en precario desde entonces. Un informe elaborado por el entonces gerente del complejo cifró en 800.000 euros el ahorro para las arcas públicas de esa desprivatización. Sin embargo, los cambios en el Gobierno y la llegada de Baltar paralizaron esta iniciativa con un contrainforme que defendía que el modelo de gestión privado era más económico que asumir el servicio con recursos propios. La nueva consejera ha encargado ahora un tercer informe para decidir el futuro de la Medicina Nuclear en Gran Canaria, motivo de un agrio enfrentamiento entre el PSOE y CC durante la pasada legislatura.
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