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Santa Cruz de Tenerife peleará en los juzgados por el monumento a Franco

Santa Cruz de Tenerife sigue sin romper lazos con el franquismo. El Ayuntamiento no ha intentado llegar a un acuerdo después de que el abogado experto en memoria histórica Eduardo Ranz lo haya llevado a los juzgados por incumplir la Ley, al mantener en una de sus principales calles un majestuoso monumento a Franco. Desde que el pasado mes de noviembre enviara un requerimiento al consistorio, ningún representante municipal se ha puesto en contacto con él o ha intentado llegar a algún tipo de acuerdo jurídico. En ese primer escrito se le advertía de que tenía tres meses para resignificar la escultura y, de no hacerlo, se iniciaría el litigio judicial. En febrero, tras cumplirse el plazo, el abogado interpuso un recurso contencioso administrativo y esta misma semana ratificó la demanda.

El Consistorio, liderado por Coalición Canaria, ha designado ya a un abogado y, precisamente, esta última acción lleva a Ranz a sostener que los representantes políticos “no tienen ningún tipo de intención de llegar a un acuerdo” y que van a batallar por mantener el monumento. Explica que, en estos casos, es posible allanarse, llegar a un acuerdo dentro del marco jurídico o designar a un abogado para continuar con la batalla judicial. Sin embargo, el Ayuntamiento ha optado por la tercera vía.

Ranz, que también es el abogado de las familias que luchan por las exhumaciones en el Valle de Los Caídos, señala que en otras ocasiones en las que ha enviado requerimientos a ayuntamientos por incumplir la Ley de Memoria Histórica sí que ha recibido una contestación o la intencionalidad de alcanzar un acuerdo. En este tiempo, desde Santa Cruz de Tenerife no se han puesto en contacto con él ni han presentado nada que acredite la intención de resignificar o eliminar la estatua de la vía pública.

El monumento a Franco, que volvió a estar envuelto recientemente en polémica durante la visita de Mariano Rajoy, se encuentra situado entre La Rambla y la Avenida de Anaga. Representa a un ángel volando con las alas extendidas, en alusión al avión  en el que partió desde Canarias Francisco Franco para iniciar el golpe militar (el Dragón Rapide). Sobre este ángel se encuentra la escultura que representaría al dictador.

El abogado recuerda en el primero de los requerimientos, presentado el mismo día del aniversario de la muerte del caudillo (el 20 de noviembre), que desde hace diez años este símbolo vulnera la Ley de Memoria Histórica y desde hace cuarenta el Código Civil ya que “los honores y distinciones tienen eficacia jurídica mientras haya vida, en el momento del fallecimiento deben ser retirados”. Además, ha insistido en que es “impresentable que en el año 2017 tengamos que explicar que un monumento dedicado a Francisco Franco es exaltación del franquismo. La necesidad de labor de pedagogía y buena educación, se hacen evidentes”.

Informes sobre el monumento

Desde el Ayuntamiento se han limitado a asegurar a este periódico que el asunto está en manos de sus servicios jurídicos. La única reacción del alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, ante la demanda, fue asegurar en declaraciones a los periodistas el pasado mes de marzo que ha encargado informes expertos para conocer el valor “cultural y patrimonial” del monumento.

Bermúdez insistió entonces en que no tomaría una decisión al respecto hasta que estuvieran listos esos estudios. Al preguntar en reiteradas ocasiones sobre en qué punto se encuentra este asunto y por qué se ha designado a un abogado, este diario no ha obtenido otra respuesta más allá de que está en manos de los servicios jurídicos.

Distintos medios regionales han publicado que la Academia Canaria de Bellas Artes ha concluido que sí existe “valor cultural” en la escultura. No obstante, se han encargado otros informes a la Universidad de La Laguna, al Cabildo de Tenerife y al Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio (CICOP).

Las dudas que se pudieran generar en torno al significado del monumento pueden despejarse con ver la crónica de su inauguración en el año 1966 y que se recogió en el NO-DO de la época. En el vídeo se narra que centenares de ciudadanos de toda Canarias se congregaron en este acto en honor al monumento que “conmemora la partida del generalísimo Franco, que cuando era capitán general de Canarias salió de aquí para coordinar el Movimiento Nacional”. 

En esa crónica también se destacó que la obra fue costeada por los tinerfeños por suscripción popular y que en los discursos de las autoridades provinciales y el ministro de Comercio se ensalzaron los episodios de aquella jornada.  Un acontecimiento que además culminó con una ofrenda en la que no faltó “un olivo, como símbolo de paz, el roble de la fortaleza y el laurel de la victoria”. Se subraya además que el acto constituyó una “cordial prueba de adhesión de los isleños” a la figura de Franco.

Eduardo Ranz estima que hasta al menos dentro de cuatro o cinco meses no se resolverá la causa y espera que finalmente la Justicia le dé la razón reconociendo que la escultura vulnera la Ley de Memoria Histórica.