Las instituciones municipales de Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife han mantenido una reunión este jueves con el consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, Blas Trujillo, en la que han propuesto que los grupos de Carnaval puedan empezar sus ensayos en locales a partir de noviembre. En el encuentro se ha acordado formar a partir del próximo miércoles una mesa de trabajo para comenzar a tomar decisiones comunes, en la que la vuelta a los locales de ensayo a principios del citado mes sea la primera resolución que se tome.
El alcalde de la capital tinerfeña, José Manuel Bermúdez, resaltó la urgencia de tomar decisiones “ya que en el decreto que se aprobó para las normas sanitarias en su momento se equipara a los grupos del Carnaval a asociaciones de vecinos cuando realmente son asociaciones de carácter cultural cuya actividad es la misma que una escuela de danza, y lo que no es normal es que tengan los mismos requisitos que una academia que ejerce una actividad musical”. En su opinión, “si los grupos no pueden ensayar desde ya, no llegamos a tiempo para poder celebrar las galas y concursos porque es prácticamente imposible que tengan tiempo suficiente para realizar su ensayos, a los que habría que añadir al resto de gremios que dependen de estas fechas como puede ser el sector textil, por poner un ejemplo”.
La concejala de Fiestas de Las Palmas de Gran Canaria, Inmaculada Medina, confirmó el trabajo conjunto que vienen realizando ambas concejalías capitalinas ya que cuentan con “mucho trabajo adelantado” y el próximo miércoles se presentará en la mesa de trabajo para “salir ya con las primeras decisiones tomadas”.
Para el consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, Blas Trujillo, la actual situación de la pandemia en Canarias tiene “unos datos muy positivos, debido al alto nivel de vacunación y el cumplimiento de los protocolos sanitarios”, y espera que en los próximos meses la situación de la pandemia esté en unos limitadores “mucho mejores” y de esta manera se pueda trabajar en una “vuelta paulatina” a la organización de fiestas populares como los carnavales.
Otro de los puntos que se trataron fue la complejidad de organizar un carnaval en la calle sin el tiempo suficiente, por lo que ambas partes quedaron emplazadas a las próximas reuniones para tomar decisiones al respecto.