Los secretos detrás de una pieza arqueológica de cerámica hallada en el Barranco de Mogán

El Servicio de Patrimonio Histórico de la Consejería de Presidencia del Cabildo de Gran Canaria está llevando a cabo los trabajos de restauración y consolidación de una pieza arqueológica de cerámica, que fue hallada en el barranco de Mogán y cuyo estudio podría aportar información sobre la actividad tradicional de pastoreo que realizaban los antiguos pobladores de la isla.

Fue a principios de este año 2022 cuando miembros de la asociación patrimonial Attidamana notificaron el hallazgo casual de esta pieza cerámica, de aparente factura popular, que encontraron en la zona alta del citado barranco. Dado que se trata de un lugar transitado y existía el peligro de desaparición o deterioro de la citada pieza, durante la visita que realizó al lugar el personal técnico del Servicio de Patrimonio Histórico, se decidió su levantamiento y su traslado a la sede de la Corporación insular.

En cuanto a las conclusiones del trabajo que se está efectuando, en términos generales y hasta que no se concluya el estudio, es posible adelantar que se trata de una pieza de loza tradicional, que podría adscribirse a la tipología de botella, de unos 19 centímetros de altura. Morfológicamente, presenta un cuerpo esférico, ligeramente achatado, de unos 14 centímetros de diámetro, decorado con cuatro mamelones equidistantes que apenas sobresalen un centímetro y de los que parten unas líneas incisas, dos en horizontal y otras dos hacia la base. El cuerpo sufre un estrechamiento en su parte final, para dar lugar a un cuello de unos 8 centímetros, con un engrosamiento central y un borde exvasado.

En el lugar del hallazgo no había más restos en superficie, pero es preciso señalar que se trata de un enclave inscrito en las rutas de pastoreo de la zona sur de Gran Canaria y así se reconoce en distintas construcciones y acondicionamientos de cuevas en los alrededores del lugar en el que fue encontrada la pieza. De este modo, cabría la posibilidad de que esta pequeña botella pueda estar relacionada con esta actividad tradicional.

A la vista del estado de conservación de la pieza, la técnica en restauración del Servicio de Patrimonio Histórico recomendó que se procediese a su restauración y consolidación, antes de su depósito definitivo. Además, durante dichos trabajos, se podrían llevar a cabo análisis del contenido del recipiente, con lo que se sabría algo más sobre la función a la que se destinó esta pieza.

Las tareas de restauración, que corren a cargo de Cristina Ojeda Oliva, especialista en material arqueológico, conllevarán la eliminación de sales en la superficie exterior de la cerámica, así como la limpieza, consolidación y reposición puntual, para evitar su deterioro futuro. Cada paso del trabajo será debidamente documentado y se recogerá en una ficha de restauración, que acompañará a la pieza en su lugar de depósito definitivo.

Desde el Servicio insular de Patrimonio Histórico se recuerda que la colaboración ciudadana es imprescindible para garantizar una adecuada tutela y gestión pública de los bienes del patrimonio histórico insular. Además, se recomiendo que, como hicieron en este caso los miembros de la Attidamana, cuando se realice un hallazgo casual de restos arqueológicos, no debe tocarse ni alterarse nada y debe notificarse directamente al Servicio de Patrimonio Histórico, dado que esa es la mejor forma de garantizar la conservación y protección de este legado cultural y, sobre todo, de asegurar su disfrute social.