Mohamed Ould Abderramán, el secuestrador del avión de Air Mauritanie que fue reducido por los pasajeros tras aterrizar este jueves en Gran Canaria, ha confesado a la Guardia Civil que actuó solo, que no es un terrorista y que su intención únicamente era pedir asilo político en Francia.
En el momento de desviar el avión con 71 pasajeros que cubría la ruta Nuakchot-Gran Canaria, con escala en la ciudad pesquera de Nuadibú, el secuestrador llevaba “dos pistolas con su correspondiente munición”, con las que encañonó al comandante de la nave y desvió la ruta a Dajla (Marruecos), según informaron fuentes de la investigación.
La Unidad Operativa de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Las Palmas realiza gestiones con las autoridades mauritanas para comprobar la nacionalidad del secuestrador, que llevaba dos documentos de identidad mauritanos a nombre de Mohamed Abderramán, nacido en 1975, aunque todavía no se ha comprobado que sea cierta.
Uno de estos documentos es un carné de conducir en el que, desde un primer momento, se comprobó su nombre, y el otro es un documento de marinero, recoge Efe.
A pesar de que haya declarado que actuó sólo, las autoridades mauritanas que han formado un comité de seguridad para investigar este asunto han señalado a Acnpress en Rabat que el autor del secuestro es de origen saharaui y la policía ha detenido a un presunto cómplice del secuestrador que le ayudó a pasar con las armas.
El cónsul general de Mauritania en Canarias, Abdou Ould Ahmed Aevir, aseguró este viernes que el secuestrador no es de nacionalidad mauritana a pesar de que declare serlo y que él “nota en el acento” que podría ser argelino o marroquí.
Durante su primera declaración ante la Guardia Civil, después de ser dado de alta del hospital en el que fue ingresado la noche del jueves tras los golpes y puñetazos que recibió de los cinco pasajeros que le redujeron, el secuestrador ha negado tener vinculación alguna con grupos terroristas, políticos o religiosos.
Con ayuda de intérpretes de árabe, el detenido ha confesado que quería desviar a Francia el avión que partió de la capital mauritana para pedir asilo político en el país galo, si bien Marruecos no autorizó el aterrizaje en Dajla para repostar gasolina y el avión tuvo que dirigirse a Gran Canaria.
También ha dicho el secuestrador que actuó sólo, lo cual ha sido ya contrastado por la Guardia Civil entre la tripulación y el pasaje del Boeing 737-700, que cubría el vuelo MR465 de Air Mauritania, compañía que sólo dispone de dos aviones comerciales, que vuelan solo los martes y los jueves entre Gran Canaria y la capital mauritana, con escala en Nuadibú, tanto a la ida como a la vuelta.
El detenido pasará finalmente este sábado a disposición judicial de la jueza de instrucción número 4 de Telde, al ser el partido judicial competente para investigar los hechos, según informaron fuentes judiciales.
El secuestro se produjo en el trayecto entre la capital y Nuadibú, donde había pasajeros españoles que se quedaron en tierra.
Mohamed Ould Abderráman, de 32 años, sacó sus dos pistolas, encañonó al comandante del avión y se encerró con él en la cabina, lo que permitió al resto de la tripulación y al pasaje organizarse para enfrentarse al pirata aéreo.
“¡El avión ha sido secuestrado!”
Durante el vuelo, el comandante del Boeing 737-700 informó al pasaje del suceso con un mensaje inesperado: “¡El avión ha sido secuestrado!. Deben seguir las instrucciones. Nos dirigimos a Dajla”.
Así lo relató la madrugada de este viernes el ciudadano mauritano Mohamed Ahmed, de 37 años, en el aeropuerto grancanario.
Cinco pasajeros varones y fuertes se presentaron voluntarios para intentar reducir al secuestrador, pese a ir armado, en el momento en el que el piloto y su copiloto se habían puesto de acuerdo: cuando aterrizara en la pista de Gran Canaria, daría un fuerte frenazo que desestabilizó al secuestrador.
A continuación el pirata recibió un lluvia de golpes de los pasajeros que entraron en la cabina.
Según el cónsul general de Mauritania en Canarias, Abdou Ould Ahmed Aevir, el secuestrador no era “un profesional”, según el testimonio del piloto de la nave.
“No sabe lo que hace”, le aseguró el piloto al cónsul de su país, por lo que se descarta cualquier motivación terrorista en su acción.
Aunque no detalló las medidas de seguridad del aeropuerto de Nuakchot, el cónsul consideró un “error muy grave” tanto de las autoridades mauritanas como de la compañía aérea que el secuestrador consiguiera acceder al avión con dos pistolas.
Todos los pasajeros afectados han regresado esta madrugada a Mauritania en el avión secuestrado, salvo dos madres con dos bebés, que tramitan con la Policía Nacional la documentación necesaria para regresar cuanto antes.
Los miembros de la tripulación salieron ilesos salvo una auxiliar que sufrió heridas leves.
También han sido ya dados de alta los 14 pasajeros que sufrieron diversas contusiones al arrojarse del avión.
El cónsul mauritano Abdou Ould Ahmed Aevir agradeció la intervención de las autoridades españolas y la actuación de los servicios de seguridad y emergencias.