Dos semanas críticas para mantener el coronavirus bajo control en Las Palmas de Gran Canaria

La calle mayor de Triana de Las Palmas de Gran Canaria el día que entra en vigor a obligación de usar la mascarilla en la vía pública en todo momento.

Adrián Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —
17 de agosto de 2020 17:06 h

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El repunte de casos de coronavirus en Las Palmas de Gran Canaria durante la última semana ha hecho sonar las alarmas. La web de la Consejería de Sanidad indica que, según la residencia del paciente, la ciudad concentra la mitad de los casos activos en las Islas, alcanzando los 503 este lunes tras sumar dieciséis nuevos positivos en las últimas 24 horas. Por ahora, el Ejecutivo regional descarta que haya transmisión comunitaria y dice que, aunque hay muchos casos, están bajo control. Sin embargo, alerta de que la expansión del virus se puede descontrolar si aquellos que han tenido contacto estrecho con personas contagiadas no respetan las cuarentenas y colaboran con las labores de detección, arriesgándose a ser vectores de transmisión que faciliten una expansión descontrolada del virus por la ciudad.

Un alto porcentaje de los casos en Las Palmas de Gran Canaria son menores de 30 años relacionados a los brotes en entornos de ocio nocturno. La mayoría no tiene síntomas y los rastreadores han conseguido detectar muchos positivos y contactos estrechos a partir de cada caso. Sin embargo, si los posibles infectados no cumplen las medidas sanitarias, la ciudad puede pasar de una fase con muchos casos controlados a una fase de contagio comunitario en la que el que el rastreo del virus se hace imposible y el coronavirus podría alcanzar a personas más vulnerables.

Sanidad dice que ahora se están viendo las consecuencias de los abusos de hace dos semanas. La expansión del virus en la ciudad ya ha causado un aumento de las hospitalizaciones y tres ingresos en UCI después de un mes y medios sin pacientes de COVID-19 en los centros de la capital. Si los brotes se mantienen controlados, puede que la situación no se agrave, pero si continúan las prácticas de riesgo con un número tan elevado de infectados en la ciudad, el virus podría crecer exponencialmente.

Sanidad dice que algunas personas con contacto estrecho con el virus han faltado a sus citas para las pruebas PCR y, en otros casos, aunque se han sometido a las pruebas, la arena en sus sandalias mostraba que que no se habían aislado en casa como debían, arriesgando la seguridad de los demás ciudadanos.

Fuentes de la Consejería subrayan que aunque un contacto estrecho dé negativo en una prueba PCR, es muy importante que respete las dos semanas de cuarentena, puesto que hay un periodo de ventana durante el cual podría desarrollar la infección y hacer de vector de transmisión del virus.

Además de ser un delito contra la salud pública, la Consejería denuncia este tipo de comportamiento como una grave irresponsabilidad que puede costar vidas y abocar a la ciudad a un nuevo encierro con graves consecuencias económicas.

El Ejecutivo confía en detener la expansión del virus, pero dice que está en las manos de cada uno de los ciudadanos. Los contactos estrechos tienen una especial responsabilidad, pero Sanidad subraya también la importancia de que toda la población mantenga la distancia de seguridad, cumpla con las normas de higiene y haga un uso correcto de la mascarilla. Hay mucho en juego en los próximos quince días.

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