Expertos en nutrición y dietética del Centro de Información Cerveza y Salud presentaron este miércoles en Santa Cruz de Tenerife las conclusiones de una monografía científica que recoge las últimas investigaciones sobre los beneficios del consumo moderado de cerveza para la prevención de determinadas enfermedades de tipo cardiovascular, óseo y neurodegenerativo, debido a su contenido y capacidad de asimilación del silicio.
Así, según expusieron los doctores, la ingesta de tres cañas de cerveza al día, en el caso de los varones -sanos y preferiblemente, acompañada de alimentos- y de dos, en el de las mujeres, considerado como consumo moderado, podría disminuir el riesgo de padecer osteoporosis, infarto de miocardio, determinados tipos de cáncer y Alzheimer, entre otras patologías, al tiempo que contribuye a reducir los niveles de colesterol malo.
Además, aporta “cantidades significativas de vitamina B, fibra, minerales y antioxidantes naturales”, si bien los representantes del Centro de Información aclararon que no es su pretensión “fomentar el consumo de cerveza, sino informar sobre las propiedades de este producto, que también se pueden obtener de otros alimentos con presencia de las sustancias beneficiosas”. En el caso del silicio, mencionó, sin ir más lejos, al plátano.
Las doctoras María José González e Isabel Meseguer, del Departamento de Nutrición, Bromatología y Toxicología de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Alcalá de Henares, expusieron dos estudios “esperanzadores” sobre la capacidad de la cerveza, como fuente de silicio, para reducir la pérdida de masa ósea y elevar su densidad, así como para ayudar a la eliminación de aluminio, un elemento que fomenta los procesos oxidantes, responsables de las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.
Retrasa la menopausia
González expuso los resultados de la investigación del doctor Jonathan Powel -del MRC Human Nutrition Research de Cambridge- sobre el consumo de cerveza y salud ósea, en este sentido, que concluyen que esta bebida es una de las mayores fuentes de silicio de la dieta, procedente de la cáscara de la cebada con la que se elabora. Además, permite su aprovechamiento por el organismo, lo que es especialmente significativo en el caso de las mujeres premenopáusicas. Es de resaltar que también su contenido en fitoestrógenos está relacionado con el retraso en la aparición de la menopausia y sus efectos en una media de dos años.
Meseguer resumió los datos de la segunda investigación, ésta realizada con experimentación animal, relativa al posible efecto protector del silicio contenido en la cerveza en las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer. En este sentido, concretó que se establecieron grupos de ratones de laboratorio, a los que se les intoxicó deliberadamente con aluminio y se les administraron dosis moderadas baja y alta de cerveza con y sin alcohol, de forma proporcional a la equivalencia en humanos a medio y un litro diario, respectivamente.
Del estudio se confirmó que el silicio formaba complejos insolubles con el aluminio ?elemento con efecto tóxico a nivel cerebral, que fomenta los procesos oxidantes que potencia este tipo de enfermedades-, de tal forma que ayudaba a su eliminación por vía fecal.
Según la doctora, se obtuvieron resultados “óptimos” en todos los grupos, pero los “estadísticamente más significativos” se dieron en aquél al que se aplicó la dosis moderada alta de entre 4 y 5 grados de alcohol. En el caso de los beneficios óseos, la presencia de alcohol en la cerveza potencia el efecto beneficioso del silicio.
Por su parte, el presidente de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, Jesús Román Martínez, expuso los resultados de diversos estudios sobre la asociación de bebidas fermentadas, como la cerveza, a la disminución del riesgo de infarto de miocardio y otras patologías cardiovasculares, debido a sus propiedades antioxidantes, que retrasan el envejecimiento celular e influyen por tanto en la prevención de determinados tipos de cáncer. Esta última propiedad se confirma en un estudio del doctor Norbert Frank, del German Cancer Researc Center de Heidelberg, en relación con el contenido de xanthohumol, un flavonoide presente en la cerveza, que constituye un antioxidante natural de origen vegetal.
Otras cualidades
Esta característica incide también positivamente en la hipercolesterolemia, por lo que el consumo de cerveza, en este caso, sin alcohol, también resulta aconsejable para mejorar este parámetro.
Asimismo, según el estudio La cerveza en la dieta de los españoles, dirigido por el doctor Lluís Serra, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, la inclusión de un consumo moderado de cerveza en la dieta aporta ácido fólico, vitaminas del grupo B, que facilitan la digestión, favorecen el metabolismo de los glúcidos y benefician al desarrollo del sistema nervioso. También resulta diurética y laxante, por su importante contenido en fibra soluble, de tal forma que puede contribuir a evitar el estreñimiento y a disminuir la incidencia del cáncer de colon.
Igualmente, otro estudio del Grupo de Inmunonutrición del Departamento de Metabolismo y Nutrición del Consejo Superior de Investigaciones Científicas demuestra que la cerveza, consumida por adultos sanos de forma moderada, puede mejorar la inmunidad contra los agentes responsables de enfermedades infecciosas.