Los usuarios del sistema público de bicicletas compartidas de Las Palmas de Gran Canaria, la Sítycleta, han superado los 4 millones de kilómetros recorridos desde que el servicio municipal comenzó a funcionar en abril de 2018, una distancia que equivale, como compara el Ayuntamiento de la capital en un comunicado, a 10,4 viajes a la Luna.
Así, tras tres años en funcionamiento, la Sítycleta está a punto de superar la barrera de los 10.000 abonos, un total de 62.753 usuarios registrados hasta la fecha, de los que casi el 50% son usuarios activos, y una media diaria de 3,4 usos de cada bicicleta.
La Corporación asegura que la implantación de la Sítycleta eléctrica, la eSítycleta, también ha supuesto un impulso para este servicio público, que ha contribuido, además, a mejorar “la conexión de la parte baja con la zona alta de la ciudad”. Así, los usuarios del sistema cuentan con estaciones en el Centro Comercial La Ballena, el Canódromo, la Avenida Marítima frente a las oficinas de Sagulpa, la Subida de Mata y la Plaza de España. En los próximos meses se habilitarán nuevos anclajes para la eSítycleta en el Parque de las Rehoyas e Infecar.
De esta forma, señala el Gobierno local, la ampliación de la red de estaciones eléctricas ha sido decisiva para incentivar el uso de la eSítycleta, que el pasado mes de julio supuso un total del 5% del total de los alquileres del servicio, triplicando su uso frente a las cifras registradas en el mes de marzo.
El concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, José Eduardo Ramírez, aseguró que “cuando se puso en marcha la Sitycleta nunca imaginamos que fuéramos a tener el respaldo de tantos ciudadanos y que este sistema de movilidad iba a convertirse en una alternativa sostenible en tan poco tiempo, sobre todo tras los continuos fracasos en los intentos del anterior grupo de gobierno. Esto demuestra que desde lo público se pueden prestar servicios de la máxima calidad, solo hay que apostar por ellos sin complejos y sin excusas”.
Ramírez explicó que “la e-Sítycleta está llamada a seguir creciendo, y junto a la nueva Sítyneta se convertirá a corto plazo en una solución de movilidad sostenible también para comunicar la parte alta de la ciudad”.