Un socavón obliga a cerrar una calle del barrio de Zárate en Las Palmas de Gran Canaria

Canarias Ahora

Las Palmas de Gran Canaria —

Un socavón de dos metros de ancho por dos de alto en el barrio palmense de Zárate ha obligado al Ayuntamiento de la capital a ordenar el cierre a la circulación de los accesos y salidas del citado vecindario por la calle Sabino Berthelot por riesgo de hundimiento de la calzada.

Según explican desde el Consistorio, una antigua conducción de pluviales que acabó reventando ha causado la aparición de numerosas oquedades bajo la calzada que recomiendan el cierre de la vía por precaución. No obstante, los técnicos municipales descartan que esta rotura de la calzada pueda afectar a las viviendas colindantes ya que la conducción de pluviales causante del percance se encuentra únicamente debajo de la vía ahora cerrada.

El gran agujero se originó este mediodía, por lo que desde el primer momento la Policía Local acordonó el carril de bajada de Zárate hacia la avenida Blas Cabrera Felipe. Tras una primera inspección de los técnicos municipales y de la empresa mixta de aguas Emalsa, se han detectado varias oquedades debajo de la calzada que podrían alcanzar 30 metros lineales, por lo que se ha optado por cerrar por completo las dos calzadas, tanto de subida como de bajada, de Sabino Berthelot desde la rotonda de entrada a Zárate hasta Blas Cabrera Felipe. Este cierre obliga a acceder al barrio de Zárate a través de la calle Doctor Sventenius, y deja la salida por Princesa Abenahora.

La concejal del distrito Vegueta-Cono Sur-Tafira, Lourdes Armas, comentó que “esta es sólo una primera valoración pero por lo que dicen los técnicos casi toda la calzada está afectada, por lo que habrá que hacer una obra importante para poder reabrir la carretera al tráfico”.

De la inspección de los técnicos municipales se desprende que la conducción de pluviales, de metal y bastante antigua según los expertos, estaba muy deteriorada y acabó colapsando, previsiblemente por el temporal de lluvias de los últimos días.

Los técnicos creen que la riada de agua de lluvia que corrió por Sabino Berthelot la semana pasada, sobre todo el viernes, al hacerlo por el subsuelo sin ninguna canalización, pudo vaciar el relleno bajo el asfalto y provocar las grandes oquedades que este martes se han descubierto, dejando la calzada casi hueca por debajo.