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Del software libre a la medicina social: la propuesta de un doctor canario para humanizar la sanidad

“La salud de cada persona está condicionada por su contexto socioeconómico y educativo”, asegura el médico e ingeniero informático grancanario Luis Falcón. Por tanto, acercarse a la historia de cada paciente es determinante para emitir un diagnóstico preciso y personalizado. Sin embargo, los permanentes colapsos en la sanidad pública y la gestión del software informático por parte de multinacionales privadas reducen a cada individuo a un “mero enfermo”. “Atender a alguien en cinco minutos porque tienes a setenta personas más esperando no es ejercer la medicina. Nos limitamos a recetar medicamentos, y eso no cura”, valora Falcón. Para él, este caos sanitario no es casualidad y conduce solo a un camino: la privatización. “No puede ser un negocio. Estamos hablando de salud, un derecho igual para todas las personas independiente al dinero que tengan”, valora. 

En este contexto y con el objetivo de humanizar la sanidad, el activista fundó en 2006 GNU Health, una iniciativa que pretende impulsar el concepto de medicina social y aplicar en distintos centros médicos un software sanitario libre, en el que cada persona tenga acceso a su propio historial clínico. En sus trece años de vida, la idea ya ha conquistado a países de Asia, América del Sur y África. Haití, Pakistán, Jamaica o Sudáfrica son algunos de ellos. Sin embargo, Europa y Estados Unidos se resisten. “No interesa”, asevera Falcón.

La informática sanitaria

La informática sanitariaSegún el canario, si un médico del Archipiélago atiende a alguien de Cataluña, “debe crear desde cero su historial clínico” porque cada comunidad autónoma cuenta con su propio sistema. El doctor tacha de frustrante esta restricción. “Si tengo solo cinco minutos para atender al paciente, abriendo un nuevo historial ya se me van dos y seguro que se me perderán muchos detalles por el camino”, señala. Además, el doctor considera una contradicción en sí misma que en la sanidad pública el sistema informático lo controle una empresa privada, “No sabemos a dónde pueden llegar esos datos”, subraya. 

El software libre creado por el activista no solo desprivatiza el acceso al historial, sino que también permite una función analítica para saber cómo actuar ante posibles epidemias. Las instituciones y autoridades de salud pueden darle sentido a la información de la población a la que atienden. “Gestionarán de forma más eficiente un brote de ébola o el aumento de la incidencia de la tuberculosis en un pueblo”, destaca el doctor. Los miembros de GNU Health se desplazan por distintas comunidades para enseñar su propuesta, desde pequeños pueblos asentados en la selva de Camerún hasta el hospital más grande de la India.

Sin embargo, el objetivo final es que las localidades sepan cómo desarrollarla por sí mismas, contratando expertos locales y así alcanzar la soberanía. “Nosotros proponemos una especie de contrato social, en el que la institución en cuestión se compromete a poner recursos, tiempo, ofrecer charlas y a capacitar a su personal”, explica. Esto fue lo que consiguieron en Jamaica, donde la iniciativa adquirió tal fuerza que se convirtió en referente para otros territorios vecinos. “Depender de países externos para gestionar tu sistema sanitario genera un vínculo patológico”, señala Falcón, por ello, la meta principal del proyecto es la independencia y la soberanía de los pueblos. “No dependes de Microsoft, ni vives pendiente de que el sistema no se te quede obsoleto porque no has pagado la actualización, como sucede en Europa”, afirma.

La informática médica “es tan importante como un bisturí”. El software de gestión sanitaria es la herramienta que permite registrar de forma digital a toda la población atendida y conocer, en consecuencia, la estructura social del entorno con el que se trabaja, un factor que puede ser la causa de la enfermedad. El estado psicosocial del paciente, su situación económica, el entorno familiar, sus posibles adicciones y sus hábitos dibujan su realidad, y son datos con los que el doctor debe contar para poder emprender un modelo “que no gire en torno a la enfermedad, sino a la salud”. 

Así, la misión de la ONG es ofrecer estos recursos a quién lo necesite de forma libre. Hasta el momento, la respuesta de los países del hemisferio sur ha sido exitosa y, según Falcón, “el norte tiene que aprender mucho de ella”. “Europa ya no es lo que era, un referente en salud pública internacional”, valora el activista. Para él, “parece que copiamos todo lo malo de Estados Unidos”, donde el sistema de salud pública es “nefasto” y, si no tienes dinero, “te mueres”. Sin embargo, está seguro de que su propuesta va por buen camino. “Las nuevas generaciones ya se están dando cuenta de que las cosas no son como nos quieren hacer creer”, señala. Además, cree firmemente que, en unos años, el software libre y la medicina social lograrán hacerse un hueco en los territorios que aún quedan por conquistar.