El Grupo del Servicio de Atención a la Familia de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de Canarias ha confirmado este miércoles la tramitación de diligencias y posterior puesta a disposición judicial -hecho que ocurrirá este jueves ante el Juzgado de Guardi para decidir en primer instancia sobre su libertad y el viernes ante el de Violencia de Género- del ex diputado regional y conocido empresario José Miguel Suárez Gil, de 66 años.
Se le considera presunto autor de un delito de malos tratos en el ámbito familiar, detención ilegal y tenencia ilícita de armas, tras haber sido detenido en su domicilio de Tarifa, en Las Palmas de Gran Canaria, a raíz de que se recibiera una llamada avisando de que Suárez Gil había apuntado con un arma corta y agredido a su esposa, la abogada Josefina Navarrete.
La Policía confirma que Suárez Gil, sin antecedentes policiales, fue detenido en su domicilio, por funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía y puesto a disposición del Grupo del Servicio de Atención a la Familia, tras ser comisionados por la Sala Operativa del 091, donde se recibió comunicación del 112 informando de que el detenido tenía retenida en su domicilio a su esposa, amenazándola con un arma de fuego.
También confirma que cuando los agentes se personaron en su domicilio, la mujer que hizo la llamada les corroboró que en el interior del domicilio se encontraba la pareja y que el marido tenía un arma de fuego y estaba amenazado a su esposa, con la que había iniciado los trámites de separación.
Los agentes entraron en el domicilio con chalecos anti-bala y al llegar a salón pudieron ver que en ese lugar se encontraba Suárez Gil portando en su mano derecha un arma de fuego apuntando hacia el suelo y muy cerca de él, como a medio metro de distancia, se encontraba su esposa, Josefina Navarrete, que mostraba bastante temor por la situación del momento.
Los agentes pidieron a Suárez Gil que depusiera su actitud e hiciera entrega del arma y, tras aprovechar un momento de descuido, lograron reducirlo y desarmarlo mientras su esposa conseguía salir del inmueble.
Posteriormente los funcionarios actuantes comprobaron in situ que el arma, se trataba de una pistola de la marca Smith & Wesson, montada, sin seguro, y con un cartucho en la recámara y el cargador municionado con ocho cartuchos.
Asimismo, se incautaron de gran cantidad de munición de diferentes calibres, así como de seis armas cortas, cuatro escopetas de caza y otros once fusiles de diversos calibres.