Suben los casos de alergias en Canarias por polen

El jefe del Servicio de Alergología del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria, José Carlos García Robaina, ha advertido de que el polen se ha convertido en la segunda causa de la aparición de procesos alérgicos en las Islas, patología que afecta a un 30% de la población.

El especialista indicó que en Canarias el principal causante de las alergias son los ácaros pero se está observando un incremento de casos producidos por polen, que es el origen de las mayoría de las alergias en territorio continental.

García Robaina dijo que es preciso abrir líneas de investigación para conocer la importancia del polen en la aparición de estos procesos y destacó la incidencia de pólenes de plantas como las artemisas, parietaria o las chaenopodicias.

El alergólogo afirmó que en general se fabrican productos de diagnóstico y tratamiento iguales para todo el mundo cuando cada zona tiene sus peculiaridades y como ejemplo citó que en Canarias se detectan una serie de ácaros que no hay en la Península.

El conocimiento de estos ácaros, agregó el médico, ha permitido elaborar métodos de diagnósticos y tratamientos específicos para los pacientes canarios.

Por ello insistió en la necesidad de que realicen estudios que concreten cuál es el polen que en Canarias produce más alergias con el fin de determinar un tratamiento lo más adaptado posible a lo que el paciente está expuesto.

Esto se ha conseguido en el tratamiento de pacientes con asma producida por los ácaros, donde un estudio realizado por el Servicio de Alergología de La Candelaria ha constatado la efectividad de una vacuna realizada con extractos de ácaros.

García Robaina indicó que este estudio, que ha sido publicado en la revista Journal of Allergy and Clinical Imnulogy y que ha recibido uno de los premios de investigación que concede el Hospital de la Candelaria, se basó en el suministro de esta vacuna durante un año a estos pacientes con asma.

A esta vacuna, explicó el especialista, se le eliminaron determinados pigmentos y por un proceso químico de polimerización se consiguió un producto mejor tolerado por los pacientes ya que da menos reacciones y permite aumentar las dosis.

El especialista indicó que los pacientes han mejorado, aunque aclaró que un tratamiento de vacunas debe durar entre cuatro y cinco años, y subrayó que aunque el asma es el peor efecto respecto a riesgo vital, otros efectos de las enfermedades alérgicas pueden tener mayor repercusión en la calidad de vida de los pacientes, como es el caso de la rinitis.

En su opinión, las alergias constituyen una pandemia y resaltó que se ha constatado que cada vez los pacientes son alérgicos a un mayor número de cosas y desarrollan síntomas a edades no habituales.

García Robaina indicó que diversas teorías atribuyen el incremento de las enfermedades alérgicas a factores como el cambio de dieta o la existencia de hábitos que favorecen unos ambientes cada vez más esterilizados en la vida cotidiana.

El especialista explicó que hace algunos años el hombre tenía contactos con determinadas bacterias, lo que suponía un estímulo inmunológico frecuente para el organismo, que en la actualidad se está perdiendo por la prevención que se adopta en determinados hábitos.

Aunque esto ha sido positivo porque ha permitido erradicar muchas enfermedades infecciosas, por otro lado parece favorecer la aparición de otras como las alérgicas.

Indicó que otra hipótesis que se baraja para poder explicar por qué se ha incrementado el número de alergias es la contaminación, y precisó que se ha constatado que la producida especialmente por los coches favorece cambios genéticos “para hacernos más alérgicos si cabe”.

Además apuntó que el abandono de las tierras de cultivo propicia la aparición de malezas y de malas hierbas cuyos pólenes en contacto con personas susceptibles provocan la aparición de procesos alérgicos.

También se ha observado que la contaminación favorece que las plantas produzcan un polen “mas alérgico”.

El especialista evitó hablar de curación de la alergia y señaló que prefiere hablar de remisión de síntomas y afirmó que todas las semanas se da de alta a muchos pacientes que tras el tratamiento adecuado, han mejorado su calidad de vida hasta el extremo de estar asintomáticos.

Afirmó que el tratamiento contra la alergia es individualizado y no sólo está basado en la vacuna sino que depende de la sintomatología que presente el paciente.