Diez ocupantes de la embarcación naufragada el miércoles en las costas del norte de Mauritania cuando trataban de dirigirse a las Islas Canarias siguen en estado grave, según ha informado el Ministerio del Interior mauritano.
El comunicado, el primero emitido oficialmente por el Gobierno mauritano, el Ministerio señala que hasta el momento han aparecido 58 cadáveres arrojados por las olas hacia la costa de Nuadibú, en el extremo norte de Mauritania.
Por su parte, fuentes policiales dijeron a Efe que han aparecido un niño y tres mujeres entre los cadáveres.
El comunicado de Interior precisa que ha habido 85 supervivientes, de los que diez han tenido que ser hospitalizados en Nuadibú por la gravedad de su estado tras el naufragio de su embarcación.
Basándose en los testimonios de los supervivientes, el Gobierno mauritano calcula que en la embarcación iban entre 150 y 180 personas, de ellas varias mujeres y sobre todo jóvenes de entre 20 y 30 años. Por lo tanto, existe todavía un número indeterminado de desaparecidos.
La embarcación había partido de las costas de Gambia, al sur de Senegal, el pasado jueves 28 de noviembre, en una de las rutas más largas que se recuerdan para un viaje de este tipo.
Al parecer, y según las fuentes policiales, la gran mayoría de ocupantes eran gambianos, pero también había entre ellos varios senegaleses.
Según la Organización Internacional de Migraciones, cuyos agentes han tomado declaraciones a algunos supervivientes, la embarcación se estaba quedando sin combustible cuando se acercó a las cosas de Nuadibú, presumiblemente en un intento de repostar.
Fue en esa maniobra cuando la embarcación chocó con un arrecife, volcó y todos sus ocupantes cayeron al agua; solo los que sabían nadar pudieron alcanzar la costa y ponerse a salvo, de acuerdo con los testimonios que ayer dieron a la policía mauritana.