Tenerife concentra dos de cada tres hospitalizaciones registradas en Canarias por COVID-19. Hasta este viernes, en los centros de las islas permanecían ingresados con esta enfermedad un total de 218 pacientes. De ellos, 148 (el 68% del total) estaban en Tenerife; 68 en Gran Canaria (31%) y dos en Fuerteventura (1%). La isla del Teide suma ya cerca de 3.200 casos activos por algo más de 1.700 en la otra isla capitalina. Con una incidencia acumulada de 60 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días y de 115 en las últimas dos semanas, es el único territorio del Archipiélago que permanece, al menos hasta el 20 de noviembre, en semáforo rojo, el indicador con el que el Gobierno regional marca el alto nivel de transmisión del virus y fija medidas de restricción más severas para contener su avance.
El hospital que soporta en estos momentos la mayor presión asistencial en el Archipiélago es el de La Candelaria, en el que permanecen ingresados 72 pacientes con coronavirus, de los que ocho se encuentran en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Los niveles de ocupación están, en cualquier caso, lejos del pico registrado en la primera ola de la pandemia, el 30 de marzo, cuando el centro llegó a acumular 160 pacientes con COVID-19, de los que 32 estaban en la unidad de críticos. La curva de ingresos dibuja una cierta estabilización en las dos últimas semanas después del repunte experimentado a principios de octubre. Hace un mes, La Candelaria contabilizaba 48 pacientes con el virus, 24 menos que en la actualidad.
El incremento en el otro hospital público de referencia de Tenerife, el Universitario de Canarias (HUC), ha sido menos acusado en el último mes, pasando de los 52 pacientes del 5 de octubre a los 64 del 5 de noviembre. La mayor tensión por COVID-19 en este complejo se vivió el 10 de abirl, con 172 pacientes ingresados, 153 en planta y 19 en UCI.
A esas cifras hay que sumarle los doce pacientes con coronavirus que permanecen ingresados en centros hospitalarios de titularidad privada en la isla picuda. De ellos, cuatro se encuentran en Hospiten Belleuve, en el municipio de Puerto de la Cruz; dos en Hospiten Sur, en la localidad turística de Arona; tres en San Juan de Dios; dos en la Clínica Parque, y uno en Quirón. Estos tres últimos centros están situados en la capital tinerfeña.
En Gran Canaria, la evolución ha sido opuesta. El Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno Infantil de Gran Canaria registraba hace justo un mes su momento más complicado con su pico de hospitalizaciones durante la pandemia, con un total de 102 pacientes, de los que 13 estaban en la UCI, y varios brotes dentro del complejo. La cifra se ha ido reduciendo progresivamente y, según los últimos datos de Sanidad, las personas que permanecen ingresadas en el centro por la enfermedad son 45 (8 en UCI), menos de la mitad.
El Hospital Doctor Negrín de Gran Canaria, por su parte, fue el primero que sufrió el repunte del verano. A principios de septiembre, el centro de referencia para los ciudadanos del área norte de salud de la isla llegó a contabilizar 106 pacientes COVID, por lo que tuvo que habilitar varias alas del complejo y reducir la actividad asistencial ordinaria. Ahora es, sin embargo, el más desahogado de entre los cuatro grandes hospitales públicos del Archipiélago, ya que solo cuenta con 21 pacientes ingresados con el virus, 10 en la UCI.
En los centros privados de Gran Canaria tan solo hay dos pacientes con la enfermedad. Uno de ellos está ingresado en el Hospital Perpetuo Socorro y otro, en San Roque Maspalomas.
Canarias ha cumplido este viernes un mes siendo la comunidad autónoma con mejores datos contra la COVID-19