Tenerife ya tiene su mapa para planificar emergencias volcánicas

El Instituto Geológico y Minero de España ha elaborado la cartografía de peligros volcánicos de Tenerife, un proyecto pionero en el mundo para el que se ha desarrollado un simulador de erupciones y que ayudará a la gestión de la protección civil y la planificación de infraestructuras.

El mapa corresponde al proyecto Volcantén y consiste en la realización de una cartografía de la peligrosidad volcánica de la isla a escala 1:25.000 y es el primer estudio de estas características en el mundo porque en otros análisis similares sólo se ha investigado un volcán o un campo volcánico en concreto.

El proyecto se inició en agosto de 2005 y fue presentado hoy por el director general del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), José Pedro Calvo, y representantes de las instituciones que han colaborado en la iniciativa, como el presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior y el director general de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, José Andrés de las Casas.

José Pedro Calvo dijo que este proyecto ha sido posible gracias a la colaboración “estrecha, fructífera y laboriosa” entre las administraciones implicadas y se ha desarrollado “en un tiempo récord” lo que no es óbice para sus datos tengan “una calidad notable”.

Luis Laín, director del proyecto “Volcantén” y miembro de la unidad de riesgos geológico del IGME, afirmó que esta iniciativa se sitúa “en punta de lanza” de la evaluación de la peligrosidad volcánica y explicó que se han hecho modelos científicos específicos y sólo aplicables para Tenerife, y posteriormente se realizará en La Palma.

Laín detalló que en la realización del proyecto los técnicos se encontraron “con algún problema”, como es la falta de un centro de computación capaz para acoger la gran capacidad del modelo de datos del “Volcatén”, que finalmente se han plasmado en formato digital y para un mapa continuo de la isla.

Añadió que este tipo de proyectos pone en evidencia las carencias existentes en este ámbito, por lo que puede contribuir a desarrollar una normativa específica para la gestión del riesgo y así ayudar a las instituciones a tomar las decisiones correctas.

Francisca Gómez, jefa del proyecto, explicó que hay que diferenciar entre peligro y riesgo volcánico y comentó que se ha elaborado un modelo de datos “robusto” para tener un sistema de información geográfico que pueda ser ampliado en el futuro.

Añadió que “la pieza clave” del proyecto es el generador de eventos, que facilita la simulación en cada punto de la isla de posibles erupciones y detalló que se han efectuado 652 simulaciones de este tipo.

También se ha hecho una estimación estadística de los resultados de la simulación para cada punto de la isla y se presenta el cálculo de los peligros como la probabilidad de excedencia de un 10 por ciento en un período de 50 años.

Además hay informaciones “asociadas” referentes a la probabilidad de erupciones freáticas, áreas de influencia de proyectiles volcánicos y posibles eventos submarinos.

Asimismo se ha estudiado “la susceptibilidad” de las diferentes zonas frente a la caída de cenizas, aunque en este caso no se ha hecho un cálculo de probabilidades porque los datos no son suficientes.

Otro dato se refiere a la simulación de posibles eventos eruptivos en el complejo central volcánico de la isla, la zona del Pico Viejo, con unos 500 perfiles diferentes de vientos dominantes para cada estación del año.

Inés Galindo, de la oficina de proyectos del IGME en Canarias, afirmó que este proyecto será “esencial” para la planificación territorial, el diseño de infraestructuras y planes de ordenación urbana y la gestión de los servicios públicos, como el tráfico.

También será una información útil para los servicios de protección civil y compañías aseguradoras, añadió Inés Galindo, quien dijo que el mapa es dinámico y se podrán modificar sus variables.

Al ser preguntado por las zonas concretas de peligrosidad volcánica, el presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, dijo que esta información se puede interpretar erróneamente y generar algún tipo de alarma, por lo que “no llevaría a nada, sino a crear confusión”.

A su juicio, en este ámbito “no hay ocultismo, sino precaución y prudencia” y lo que debe saber la población es “que se está haciendo todo lo posible” en este asunto.

José Pedro Calvo afirmó al respecto que hay mayor peligrosidad volcánica en Tenerife que en Albacete y está por decidir cómo se pone a disposición pública la información del proyecto.

Luis Laín, director del proyecto, aseguró que no procede sacar conclusiones porque esta iniciativa es una herramienta para las autoridades y por lo tanto para gestionar el territorio, por lo que no se trata de un mapa de riesgo.

Ricardo Melchior subrayó que instituciones como el Centro Superior de Investigaciones Científicas o el Instituto Tecnológico y de Energías Renovables, dependiente del Cabildo, se encargan de la vigilancia volcánica y recordó que en su calidad de senador por Tenerife ha reclamado un Instituto Volcanológico de Canarias “para optimizar los recursos existentes”.