Tenerife ha alcanzado este lunes a Gran Canaria en contagios diarios de coronavirus al sumar otros 51, mientras que la isla redonda, que hasta ahora era la que más nuevos positivos registraba, ha añadido 53 en las últimas 24 horas y Lanzarote, la isla con mayores restricciones, no ha sumado ningún positivo en las últimas 24 horas, uno de las posibles razones por las que ha bajado a nivel de alerta 3 este lunes. Eso sí, en cuanto a casos activos, Gran Canaria sigue por delante de Tenerife: 2.768 y 2.241, respectivamente.
Pero la curva de incidencia en Tenerife ha vuelto a tomar una tendencia ascendente desde hace varias semanas, concretamente desde que comenzó febrero. Tras convertirse en todo un ejemplo nacional por lograr bajar la incidencia acumulada (IA) en plenas Navidades mientras el resto del país subía y protagonizar un descenso ejemplar de casos, en cuanto se suavizaron esas restricciones, tomadas días antes de Nochebuena y que supuso el cierre perimetral de la isla, los contagios comenzaron a subir de nuevo. Tanto es así que la isla solo se mantuvo en el nivel 1 de alerta, el mínimo establecido por el Gobierno y al que costó seis meses regresar, solo diez días. De nuevo en nivel 2, con mayores restricciones, la curva de la IA sigue ascendiendo, algo que, de hecho, no dejó de hacer durante todo el mes de febrero.
Las cifras, aunque ascendiendo, siguen sin ser demasiado altas y rondan desde hace una semana el umbral de los 50 casos en IA a siete días.
Ocurre lo mismo con la IA a 14 días. Tenerife inició el mes de febrero con 81 casos (venía de picos cercanos a los 250 casos a mediados de diciembre), y siguió bajando; un mes después, este 1 de marzo, la cifra ha subido a 94, una tendencia ascendente que mantiene desde mediados del mes pasado. De seguir así, una prórroga del nivel 2 de alerta está más que justificada aunque la isla no tenga ninguno de los ocho indicadores epidemiológicos de referencia en nivel de riesgo alto o muy alto.
Lanzarote, sin contagios este lunes
Más de un mes en el nivel máximo de alerta sanitaria han tenido, al fin, sus frutos en la isla de Lanzarote. Este lunes se han contabilizado cero contagios de coronavirus en la isla, que hasta esta jornada, ha tenido las restricciones más severas del archipiélago, con toque de queda desde las 22.00 horas, cierre de comercios y hostelería a las 18.00 horas y límite de dos personas en las reuniones sociales y familiares (salvo convivientes).
La isla ha protagonizado un descenso sobresaliente en su incidencia acumulada durante el mes de febrero, cuando logró bajar desde los 334 casos por cada 100.000 habitantes, hasta los 53,8. Este lunes, 1 de marzo, la cifra es aún más baja: 46 casos, es decir, por debajo del umbral de 50, el límite marcado por numerosos países europeos para recomendar no viajar a ese destino si se supera la cifra. Lanzarote no registraba números tan bajos desde el 1 de enero, cuando se dispararon los casos hasta convertir a la isla en un motivo de honda “preocupación” en el Gobierno de Canarias, que tomó la resolución de utilizar, por primera vez en esta pandemia, un nivel nuevo de alerta, el 4, tras comprobar que la curva se había convertido “en una recta” ascendente debido al enorme número de contagios.
En cuando a la IA a 14 días, la bajada es igualmente espectacular. El 1 de febrero la cifra se encontraba en 743 casos; un mes después ha caído hasta los 116, una progresión asombrosa resultado de las duras restricciones impuestas en la isla.
La nota negativa, y que justifica que el pasado jueves el Gobierno mantuviera el nivel 4 en lugar de rebajarlo, es que la presión hospitalaria sigue siendo alta. De hecho, la ocupación de las camas UCI por pacientes con COVID-19 es del 27,08%, un nivel de riesgo muy alto. Con datos de este lunes, de las 33 camas UCI con respirador disponibles en el Hospital Dr. José Molina Orosa, 19 están ocupadas (14 libres) y 13 de ellas lo están por pacientes con COVID.