Tony King, culpable del asesinato de Rocío Wanninkhof

Tras dos días de deliberaciones, los nueve integrantes del jurado emitieron un veredicto de culpabilidad para el procesado y excluyeron la agresión sexual en el crimen, por lo que la fiscalía y la acusación particular solicitaron una pena de 20 años de cárcel y la defensa la mínima de 14 años. La madre de Rocío Alicia Hornos aseguró tras conocer la decisión del jurado que “gracias a Dios comienza a hacerse justicia” y que ahora “empieza a iluminar una luz ahí arriba”, por lo que se siente “contenta y satisfecha”.

Es el segundo juicio que se celebra por el caso, después de que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía declarase nula la primera sentencia, debido a la falta de motivación del veredicto que declaró culpable en septiembre de 2001 a otra persona, Dolores Vázquez, que quedó posteriormente exculpada de la causa tras pasar diecisiete meses en prisión.

Recurso de la defensa

El veredicto emitido este miércoles da la razón a la versión de la acusación particular de que en el asesinato actuó King con la unión de una o más personas, de modo que esta parte presentará una querella para incluir a otros autores en el caso. Por su parte la defensa recurrirá la sentencia para que King sea condenado como cómplice, basándose en el punto siete del objeto del veredicto en el que el jurado considera que King colaboró con otras personas en el asesinato de la joven.

Entre las razones esgrimidas por el jurado para inculpar a terceros, se encuentran el reguero de sangre que había en el lugar del crimen, lo que indicaría que el cuerpo fue sujetado y trasladado por más de una persona, o el pañuelo hallado en ese punto -y manchado con sangre de Rocío- que demostraría que alguien que conocía a la víctima se lo entregó. Otro motivo es que la pegatina empleada en la búsqueda de la joven desaparecida -y encontrada junto a su cuerpo- revela que alguien que participó en las batidas efectuadas pudo colaborar en trasladar el cadáver.

Estos argumentos se completan con que el cadáver -hallado a cinco metros de la valla de la urbanización Altos del Rodeo de Marbella el 2 de noviembre de 1999- fue arrojado, y no depositado por una sola persona, en un lugar donde la familia de la chica tenía previsto montar un negocio, hecho que, según el jurado, apunta que ese punto era conocido en el círculo familiar. El jurado consideró agravante que el crimen se cometiera en un descampado, que estaba oscuro y en el que no había transeúntes y que hubo alevosía, como indican los cortes de Rocío en su espalda.

A la salida de los juzgados, el abogado de la acusación, Marcos García Montes, declaró que trabajará para conocer toda la verdad, “caiga, quien caiga”, pero “no hay que buscar mucho”, ya que esas terceras personas que pudieron intervenir en los hechos “están en el procedimiento”, en referencia a Dolores Vázquez y a Robert Graham, amigo de King. Entre las pruebas que presentará la acusación para un nuevo procedimiento están unas bolsas de basura halladas en la casa de la madre de Rocío en 2005 que contienen unas bragas manchadas de sangre de la joven y que, según García Montes, fueron las del crimen.

King, preso desde el 21 de septiembre de 2003, está condenado a 36 años de cárcel por el asesinato de la joven de Coín (Málaga) Sonia Carabantes en agosto de ese año y a siete por el intento de violación a una joven de Benalmádena, y tiene antecedentes penales en Reino Unido por agresiones sexuales con el apodo del “estrangulador de Holloway”. En los próximos días el presidente del tribunal, José María Muñoz Caparrós, dictará sentencia e impondrá la pena tras la lectura del veredicto que se hizo hoy en una sala abarrotada con medio centenar de periodistas.