El principal acusado del caso Kárate por delitos de abusos sexuales y corrupción de menores, Fernando Torres Baena, se ha negado a responder a las preguntas de los letrados de la acusación particular, José María Palomino y Pedro Padilla, durante la segunda jornada en la que declara ante el titular de la Sala de la Sección VI de la Audiencia Provincial, Emilio Moya, quien le ha ordenado imperiosamente en dos ocasiones que se callara y que no intentara intervenir por su cuenta ante el Tribunal y que se limitara a responder o no a las preguntas de los letrados.
Palomino le ha recordado a Torres Baena que hay 52 testigos que afirman que mantuvo con ellos relaciones no consentidas tanto en su gimnasio como en el chalet de Vargas, en el municipio grancanario de Agüimes. Ante el silencio de Torres Baena, Palomino también le ha trasladado que según las denuncias de muchos de aquellos él recomendaba que dilataran el esfinter anal para mejorar sus movimientos.
El letrado de la acusación particular también descendió a terrenos más escabrosos y aludió a testimonios de testigos no personados en el juicio tanto para desmontar la 'teoría de la conspiración' que sostiene el imputado como para demostrar las tendencias zoofílicas de Torres Baena e incluso de su mujer, María José González. En este sentido, le recordó al acusado que en su chalet de Vargas, donde acudían los menores, se encontró un video con material zoofílico.
También le ha consultado por un libro escrito entre otros por Torres Baena denominado Combate supremo en el que al parecer se defiende la teoría de que los alumnos de kárate deben someterse siempre a la voluntad del maestro.