Los alrededores del Parlament de Cataluña han amanecido este jueves con tranquilidad en medio de un fuerte dispositivo de seguridad, que mantiene el Parc de la Ciutadella cerrado al público.
Tras los enfrentamientos de este miércoles entre la policía catalana y los indignados, que se han saldado con seis detenidos y 45 heridos leves, los Mossos mantienen el despliegue para garantizar el acceso de los diputados al segundo día del pleno a pesar de que los concentrados no han pasado una segunda noche al raso.
Desde el martes por la tarde, centenares de indignados -llegaron a ser unos 3.000- se concentraron a las puertas del Parlament, lo que obligó a cerrar al público el parque, y el miércoles se produjeron momentos de tensión y enfrentamientos con la entrada de los diputados a la cámara catalana -algunos lo hicieron en helicóptero o en el interior de furgonas policiales-.
Por la tarde, la protesta se trasladó hacia la plaza Sant Jaume de Barcelona, donde se encuentran el Palau de la Generalitat y el Ayuntamiento, que reunió a un millar de indignados.
Los diputados pudieron salir del Parlament con tranquilidad ya que los concentrados comenzaron a retirarse tras leer un manifiesto en el que se han desmarcado de las acciones violentas de la mañana y los han atribuido a una minoría.
Un grupo de indignados se han concentrado la noche de este miércoles ante la comisaría de los Mossos d'Esquadra para pedir la libertad de los detenidos en los incidentes de la jornada.