Tres denuncias señalan a un seudomasajista de Gran Canaria por agresión sexual: “Me ha dejado hundida”

“Me quedé en shock, no me moví para nada, se me durmieron las manos y me quedé helada”. Es el relato de la denunciante de una agresión sexual cometida presuntamente por un seudomasajista del sureste de Gran Canaria y que tiene otras dos denuncias más por el mismo motivo. Laura (nombre ficticio) explicó que estos hechos ocurrieron en 2022 en un garaje habilitado como consulta de masajes y terapias alternativas, situado como anexo al domicilio del investigado. El caso fue denunciado hace dos años y recayó en el Juzgado de Instrucción número dos de Telde, que ordenó una orden de alejamiento hacia Laura y su hermana (otra de las denunciantes). 

Tras estas denuncias, una tercera mujer, que era menor de edad cuando relata que ocurrieron los hechos, también decidió denunciarlo. Recientemente, tanto la mujer como el seudomasajista, J.L. , han declarado por este último caso. El abogado de la joven señala que los hechos denunciados se remontan a  hace ocho años en el mismo garaje, que el denunciado tenía habilitado como gimnasio de artes marciales. Él era su monitor. 

El abogado de las víctimas, Pedro García, explica que la tercera denuncia se ha acumulado a las otras dos y que al tratarse de un caso cuyas penas superarían los nueves años de prisión se juzgará en la Audiencia Provincial. 

“Me sentí hundida, abrumada”

Laura relata que se sintió “hundida” después de haber sufrido una agresión en ese garaje. Explica que acudió a este lugar buscando una terapia que la ayudara en su vida, y que por el teléfono advirtió a este hombre de que lo que menos necesitaba era un masaje y que le explicara en qué consistía dicha terapia. Asegura que él le explicó con palabras muy técnicas en qué consistía y que le dio cita presencial para unos días después. Una vez en el lugar el seudomasajista le insta a hacer repetidas hiperventilaciones hasta el punto en el que la denunciante se encuentra mareada y aturdida. En ese momento, la acomoda en una camilla donde le quita la ropa y la impregna de un aceite con el que le hace una serie de masajes. 

“En todo momento, me decía: tranquila, tú sigue respirando por la boca”. “De repente, sus manos impregnadas de aceite empiezan a rozar mi tobillo derecho, sube hasta la rodilla y sigue subiendo rozando la braga. Vuelve otra vez y va directo a la entrepiernas… Ahí comienza mi pesadilla”, describe Laura a este periódico. En su denuncia detalló que la agresión continuó al introducir “los dedos en su vagina y ano” y que él siguió realizando estas acciones durante unos diez minutos“. 

Mientras esto ocurría, detalla que ella se encontraba en todo momento desorientada y que le costaba abrir los ojos e incluso mover los brazos. Describe que se sintió violentada y que no pudo reaccionar por el estado de bloqueo y aturdimiento en el que se encontraba. Afirma además que el denunciado la instaba a seguir respirando en todo momento pese a que ella no mostraba ningún tipo de interés. “Fue una pesadilla que no sabía si era real”, explica. “Me dijo acuéstate boca abajo en la camilla y pensé en lo peor… pero por fin se dio por vencido. Yo no reaccioné a nada…”, apunta. 

La denunciante también indica que tuvo que ser ayudada a vestirse por el denunciado por el estado de decaimiento en el que se encontraba y que este llegó a darle un caramelo al ver que se encontraba mareada.  Laura relata a este periódico que antes de salir del local él le dijo: “Cuidado no te duermas en el coche, que una chica se quedó dormida y se le marcó el volante en la frente”, agrega. Cuando salió de allí asegura que estuvo dando varias vueltas con el coche y que se sentía como “en una nube”. Después, fue a buscar a sus hijos, y se dirigió a casa de su suegra, donde en el baño se percató de que tenía todo su jersey manchado de aceite. “Me sentí hundida, abrumada”, asegura. 

“Mi pesadilla pasó un viernes, me callé el sábado, el domingo y el lunes llegó la luz. Llegó mi hermana y mi cuñado y ahí pude hablarlo todo y dar el paso de denunciar a Jacob: un abusador sexual. Gracias a mi denuncia hay otra chica que lo ha denunciado”. Laura invita a otras mujeres que hayan podido pasar por esta situación a denunciarlo e insiste en que “nadie tiene el poder sobre nosotros” y que si alguna vez sucede algo como lo que ella denuncia se pueda hablar “con un amigo, familia… pero hablarlo y no dejarlo pasar”. 

Los mensajes del denunciado 

La denuncia de Laura se acompaña por una serie de mensajes de una conversación que tuvo lugar entre las partes. Cabe destacar que al día siguiente de acudir a este local de terapias alternativas esta mujer le recrimina los hechos que denuncia diciéndole que “se aprovechó” de la relajación y de que ella no sabía qué estaba pasando. “Me ha dejado hundida por no saber decir que pare. Espero borrar ese recuerdo de mi mente”.  Él contesta a los pocos minutos con un mensaje en el que se puede leer: “No fue de mala fe, de verdad, solo me dejé llevar. Ya le dije que no me solía ocurrir, siempre he separado la profesionalidad de todo lo demás” y añade: “Creo que el que más se disculpa con esta situación soy yo…. sin poder cambiar nada de lo ocurrido”.

“Lamento este momento porque todas las personas que vienen después de tanto tiempo trabajando muy profesional y ganándome la confianza por mi buen trabajo”, dice en ese mensaje el denunciado. “Que sepas que da igual si vienes o no, no volverá a pasar nunca más . Y menos en mi trabajo”, agrega. “Solo puedo disculparme por ser humano, gracias”. 

La hermana de la denunciante, Ana (nombre ficticio) también manifestó en sede judicial su deseo de interponer denuncia y relató otro episodio de presuntos abusos sexuales realizados por el investigado en el mismo garaje. Ana señaló que el denunciado le dijo que se quitara toda la ropa y que se quedara solamente con las bragas puestas y se tapara el torso con una toalla. En un momento dado, explica que le bajó la toalla descubriéndole los senos y realizando varias “pasadas rozando con sus dedos desde el estómago hasta el pecho tocando estos”. Señala que esto le pareció extraño y que se sintió incómoda y relató que durante todo el masaje se encontró “en un letargo intermitente, encontrándose medio adormecida”. 

Ante las preguntas de su letrado, el investigado negó los hechos objeto de denuncia. Sí reconoció haberle hecho una terapia a la denunciante pero niega haberle quitado la ropa ni haberle realizado tocamientos en la zona anal y genital. Con respecto a los hechos relatados por Ana dice que no recuerda haberle realizado ninguna terapia. 

“Sin perjuicio de la continuación de la instrucción en aras al esclarecimiento de los hechos, ante la gravedad de los hechos denunciados y atendiendo al beneficio e interés de las perjudicadas, resulta procedente adoptar la medida cautelar expuesta en los términos que se expondrán en la parte dispositiva de esta resolución, y ello por la gravedad de los hechos, atendidas las circunstancias del caso, y de la calificación jurídica indiaria de los hechos como un delito de abusos sexuales con acceso carnal del art 181.1 y 4 del CP, castigado con penas de 4 a 10 años de prisión”, señalaba la jueza en un auto de abril de 2022. “Dicha medida, aunque restrictiva de sus derechos, no le causa perjuicio desproporcionado atendiendo a la naturaleza de los hechos por los que se sigue la investigación y el bien jurídico que se trata de proteger, que no es otro que la integridad física y psíquica de las víctimas; sin perjuicio de lo que pueda acordarse tras la práctica de nuevas diligencias”, añade. 

La medida cautelar  impuesta fue una orden de alejamiento consistente en la prohibición de acercarse tanto a Laura como a Ana a una distancia inferior a 500 metros tanto a ellas, como a su domicilio, lugar de trabajo o lugar donde estas se encuentren y la prohibición de que se comunique con las mismas por cualquier medio durante la tramitación de la causa. En el caso de la tercera denuncia, que se encuentra en el juzgado de instrucción número tres de Telde, no se ha adoptado ninguna medida cautelar por el momento. 

Este periódico ha intentado contactar con el denunciado a través de su abogado, que ha señalado que no van a realizar ningún tipo de declaración al respecto.