El TSJC desestima la suspensión del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife

La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias ha desestimado este miércoles la suspensión cautelar del Carnaval 2007 de Santa Cruz de Tenerife que se celebra en el centro de la ciudad, mientras que el abogado de los vecinos Felipe Campos recurrirá al Tribunal Supremo.

La sentencia dice que el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife deberá adoptar medidas para controlar los excesos de ruidos que suponen una vulneración de un derecho fundamental consagrado en la Constitución, pero desestima la suspensión cautelar demandada por los vecinos.

La sentencia señala que “de la ponderación de intereses en conflicto que debe efectuarse, ha de considerarse como predominante el interés general, ya que no se debe olvidar que, de lo que se trata, es de la suspensión de una de las fiestas de la mayor importancia y trascendencia de la ciudad”.

Límites de decibelios, de emplazamiento y de horarios

Además, la Sala recuerda que el ayuntamiento “deberá establecer los límites precisos tanto de los decibelios de la música, como emplazamiento y horarios con el fin de proteger el derecho al descanso de los ciudadanos”.

Por su parte, el abogado que representa a la vecinos de la zona centro de Santa Cruz de Tenerife Felipe Campos aseguró que recurrirá al Tribunal Supremo la parte de la sentencia en la que se deniega la suspensión cautelar del Carnaval.

“La sentencia asegura sin género de duda que se violan los derechos fundamentales de los vecinos y el ayuntamiento debería al menos pedir perdón por violar un derecho fundamental”, agregó.

Para Felipe Campos es “sorprendente” que la corporación municipal se muestre satisfecha con la sentencia a pesar de que reconoce que se violan derechos fundamentales, y lamentó que el TSJC no se haya atrevido a suspender el Carnaval en el centro de la ciudad.

“La sentencia le dice al ayuntamiento que cumpla la ley y que no se sobrepasen los 55 decibelios de ruido, cuando el año pasado las mediciones que hizo la Policía Local llegaban a los 115 decibelios”, agregó el defensor de los vecinos.

“Es imposible cumplir la ley celebrando las fiestas en la calle y por eso el ayuntamiento debería trasladar el Carnaval de la zona centro a otro lugar”, subrayó.