Unanimidad en el Parlamento sobre los cambios a introducir en el plátano para proteger a los productores más pequeños
Ya hay fumata blanca, aunque ha costado. Este mediodía, en la sesión celebrada en el Parlamento de Canarias de la Comisión de Agricultura y con el apoyo de todos los grupos parlamentarios (PSOE, CC, PP, NC, ASG, Vox y grupo Mixto -AHI-); o sea, de forma unánime, se ha aprobado una proposición no de ley (PNL) que se lo pone fácil al Gobierno de Canarias, a su consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria, Narvay Quintero (de AHI), con el propósito de ya hacer prácticamente lo que en su departamento se pretendía con el cultivo del plátano y su ayuda directa, pero, eso sí, siete meses después de lo que en un principio pretendía Quintero,
Este viernes, a punto de tocar la campana por el cierre veraniego del Parlamento de Canarias, todos los grupos políticos han aprobado un texto que fija las directrices con el mayor consenso pocas veces visto antes acerca de los cambios que hay que introducir en el cultivo estrella en Canarias, el del plátano, con el fin de redefinir cómo se debe hacer el reparto de la ayuda directa de la Unión Europea (UE), de 141,1 millones de euros al año y en el programa Posei, y cómo implantar otras medidas para controlar la oferta de esta fruta, su continuo crecimiento en los últimos años. Con todo ello, se busca proteger con algo más de mimo a las fincas pequeñas y medianas, que suelen ser las familiares y las consideradas tradicionales en Canarias.
La PNL aprobada este viernes despeja el camino del consejero Narvay Quintero en su deseado proceso de reforma de la actual regulación del plátano, ahora con amplios apoyos, y bien nítidos, con lo que en teoría la Consejería sortea el escollo de Asprocan, de su mayoría (esto es, de cuatro de seis organizaciones de productores de plátanos -OPP- y de algo más de la mitad de los kilos comercializados por Canarias) y de voces poderosas en CC más alineadas con las tesis de Domingo Martín, el presidente palmero de Asprocan, que son las que tienen mando en plaza en la conocida como Isla Bonita.
Tras la iniciativa política de Nueva Canarias (NC), el grupo parlamentario que más empujó en esta PNL, junto con los apoyos desde fuera de las organizaciones agrarias de las islas, sobre todo Asaga, COAG y Palca, y la amplia sintonía de la OPP Coplaca en la definición de las directrices al final aprobadas para la formulación urgente de cambios en la regulación de la ayuda directa del plátano, se logra una petición unánime que es histórica y que debe y tiene que levantar el freno de mano puesto por la Consejería en relación con este asunto, el que había bloqueado Asprocan y un sector de CC dominante en La Palma y con peso relevante en el Gobierno de Fernando Clavijo,
Ahora, Narvay Quintero lo tiene más sencillo, pues ya dispone del máximo consenso para hacer lo que en su departamento se veía como lo más lógico y necesario, que viene a ser el texto de la PNL inicialmente presentado con los dos cambios realizados en él para dar forma a la PNL aprobada finalmente de forma unánime. Las cuestiones retocadas respecto a la redacción tramitado, también con firma de todos los grupos parlamentarios, son las siguientes: el rendimiento medio por hectárea se reduce a 65.000 kilos, y ya no es de 68.500, y el periodo de referencia para el cálculo de la ayuda se mantiene en tres años, pero se calculará de otra manera: el 50% de los kilos comercializados con derecho a ayuda sale del histórico antiguo y el 50% restante (en el texto inicial de la PNL era 60-40%) será la suma del 16,6% por año del trienio de referencia.
Ese cálculo también es el que apoya Coplaca, pero con la salvedad de que lo prefiere a cuatro años: 50-50, con 12,5% por ejercicio anual y el 50% como histórico antiguo. En cambio, Asprocan optaba por el 40% de histórico antiguo y el 20% por cada año del trienio, hasta completar el 100%. Esto lo defiende tras aceptar como periodo de cálculo de la ayuda los tres años, que siempre apoyó los dos actuales.
Tras los dos cambios señalados, las indicaciones aprobadas para trasladar al Gobierno con la petición de que este proceda a hacer la reforma normativa se resumen en lo que ya se había recogido en la PNL presentada el 19 de julio pasado.
Este texto ya contaba con el respaldo inicial de todos los grupos parlamentarios. Por ello, lo lógico era que la PNL fuera respaldada sin mucho problema y por unanimidad en la sesión de este 26 de julio, algo que ha ocurrido con los cambios identificados sobre el texto inicial y lo que a su vez implica que los principios descritos por la ya PNL aprobada se conviertan en santo y seña de la nueva regulación del cultivo del plátano en Canarias, algo que el actual consejero Narvay Quintero había asegurado que tendría resuelto, como iniciativa de su propia Consejería, a través de la aprobación de un decreto territorial (solo necesitaba el aval final del Consejo de Gobierno) desde diciembre pasado, justo en uno de los momentos más críticos para los precios de la fruta y, como consecuencia de ello, de disminución prolongada de la renta de los cosecheros. Ocurrió el año pasado, en 2023.
La PNL aprobada este viernes insta al Gobierno autonómico, “ante la crisis actual del sector platanero local y el hundimiento de las rentas de sus productores en los últimos meses, a adoptar una serie de decisiones que contribuyan a mejorar la gestión de la ayuda [el apoyo directo al plátano que concede la UE dentro del programa Posei, con hasta 0,33 euros de ayuda por kilo comercializado para un máximo de 420.000 toneladas por año y ficha financiera de 141,1 millones de euros] y del propio mercado”, lo que implica la “reforma del diseño de la actual ayuda en el marco del programa Posei con las siguientes modificaciones”, que son:
1) Limitación de los incrementos de las cantidades de referencia asignadas a cada productor de plátano por la suma del histórico de producción, la cantidad siniestrada certificada por Agroseguro y/o la cantidad de kilos retirados del mercado“ [la operación conocida como pica]. Quiere decir que para el cálculo del histórico se suma lo que se vende al año, lo que no se vende porque se pica y lo que se destruye por riesgos meteorológicos u otros que cubre la prima colectiva del plátano (Agroseguro).
2) Aplicación de un rendimiento máximo en el cálculo de las cantidades de referencia de 65.000 kilos por hectárea [menor al propuesto por Asprocan, entre 70.000-80.000 kilos, y ya igual, con la enmienda introducida este viernes en Comisión, al inicialmente planteado por la Consejería de Agricultura]. El cálculo del rendimiento máximo se realizará con la superficie incluida en el registro de afiliados de las organizaciones de productores de plátanos (las OPP, seis en Canarias), a 31 de agosto de la campaña N-1 [la anterior a la definitivamente cerrada].
3) Incremento del periodo de revisión de las cantidades de referencia [para el abono de la ayuda directa de la UE], con la ampliación del cálculo de referencia de los dos años actuales a tres [la Consejería propuso hasta cuatro en sus borradores y Asprocan siempre prefirió los dos actuales], y que la definición de los kilos sujetos a ayuda por beneficiario se haga dando el 50% al histórico antiguo de producción y el 50% restante sea repartido entre los tres años, a razón de 16,6% por ejercicio.
4) Exclusión de la ayuda Posei para las plantaciones ubicadas en nuevos polígonos, parcelas y recintos, con la búsqueda de un mecanismo excepcional para que no se perjudique la incorporación de jóvenes agricultores al sector [no hay prohibición de nuevos cultivos de plátano, pero se penalizan porque no tienen derecho a la ayuda directa de la UE, lo que en la práctica los hace inviables].
5) Generación de mecanismos que permitan conservar las cantidades de referencia durante siete años para aquellos productores que quieran explorar la producción de otros cultivos [si se apuesta por otra actividad y se regresa al plátano, no se pierde el derecho a la ayuda de la UE]“.
El antes y el ahora del principal cultivo generador de riqueza en las islas
En la exposición de motivos de la reseñada PNL, se repasan las principales variables sociales y económicas del cultivo más hegemónico en Canarias, el que más renta agraria genera y el dominante, pese a sus crisis reiteradas y numerosos problemas de todo tipo.
“En los últimos años -se reconoce en la PNL- se ha producido un aumento desmesurado de la producción de plátano que ha llevado a una reducción de los precios obtenidos por el productor en el mercado [el casi único de Península, con actual buena coyuntura de precios desde marzo de este año], así como a la disminución de la ayuda por kilogramo comercializado [el mismo dinero para más kilos implica prorrateo del subsidio]. De seguir con esta situación de reducción de precios al productor [los recibidos por el cosechero en su cuenta bancaria] y con la caída paulatina de la ayuda directa del Posei, el sector se encontraría ante un escenario muy grave para la supervivencia de las fincas pequeñas (la mayoría con cultivos al aire libre) y ello sería un fracaso político en la defensa de las explotaciones tradicionales, las pequeñas y medianas, casi siempre de gestión familiar, que son las que legitiman la importante ayuda europea de 141,1milones de euros que recibe el plátano” al año.
En la PNL, también se detallan datos sobre la evolución del sector platanero entre los años 2011 y 2021, diez años, que “son elocuentes de la situación que se describe”:
•Superficie cultivada 2011: 9.140 hectáreas / 2021: 9.097 / 2023: 8.719.
•Producción comercializable 2011: 349.136.715 kilos / 2021: 411.731.930 / 2023: 467.256.125.
•Nº peticionarios de subvención 2011: 11.108 productores / 2021: 7.508
El subidón de oferta apta para comercializar en 2023, con un aumento de la producción hasta los 467.256.125 kilos, supuso nada menos que 118.119.410 kilos más que en 2011. Por ello, el año 2023 se cerró con los siguientes parámetros: 467.256.125 kilos comercializados, de los cuales 26.469.204 fueron retirados del mercado [pica: sin ingreso para el agricultor, destinado a insumo alimentario del ganado, beneficencia, destrucción como residuo o proyectos fallidos de introducción en Marruecos] y a los que se añadieron 9.410.998 kilos siniestrados y reconocidos por Agroseguro. De esta suma resulta una producción total de 476.667.123 kilos, según las estadísticas anuales de la organización Asprocan, la que integra a las seis OPP existentes en las islas (Coplaca, Cupalma, Europlátano, Agriten, Plataneros de Canarias y Llanos de Sardina).
En la misma exposición de motivos se reconoce que la disminución “importante” en el número de peticionarios/productores de la ayuda directa de la UE se debe, entre otros factores, a los siguientes: a) concentración de las explotaciones en unidades de mayor tamaño, existiendo una progresiva disminución de las fincas de pequeño tamaño y un aumento de las explotaciones de dos o más hectáreas; b) en lo referente a la distribución por cantidad de referencia, ocurre que aquellas explotaciones con menos de 45.000 kilos/año de producción, en especial las más pequeñas, disminuyen notablemente; c) si se analiza la producción comercializada, se observa un aumento continuo (17,43%) en los kilos comercializados desde la campaña de 2009 hasta la actualidad, y d) si no se toman medidas, la ayuda directa podría bajar hasta 0,27 euros por kilo, 0,05 euros menos que los 0,33 para 420 millones de kilos al año.
Esta es la cantidad de producción identificada en su momento como razonable para la oferta canaria y sobre la que se calculó el importe total de 141,1 millones de euros por año, los que abona la UE a los agricultores plataneros a través del programa Posei como compensación de su pérdida de renta.
Todo lo anterior, se recoge en la PNL, justifica “la necesidad de adoptar medidas para frenar el crecimiento de la oferta platanera, de modo que se contribuya a corregir los precios de venta en Península, a rebajar la pica de fruta (26 millones el año pasado) y a paliar el prorrateo por exceso de kilos comercializados [más de 420 millones al año] en la ayuda directa, lo que sucede desde hace seis años”.
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