El informe de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife sobre los incidentes ocurridos el pasado sábado con algunos manifestantes del 15M ratifica el del Cuerpo Nacional de Policía y sostiene que “se empleó la mínima fuerza imprescindible” para levantar del suelo a quienes protestaban por la constitución del nuevo Ayuntamiento y se recalca que “en ningún momento se agredió a persona alguna”.
Según el informe, “la Unipol se limitó a retirar a las personas que se arrojaban al suelo delante de los coches de los miembros de la Corporación, poniendo en peligro su propia integridad física”. “Los agentes sólo realizaron labores de protección y seguridad sin emplear los medios defensivos reglamentarios”, se afirma en el comunicado de prensa de la Policía Municipal de Santa Cruz de Tenerife.
La Unipol actuó junto a la Unidad de Intervención Policial del Cuerpo Nacional de Policía y policías municipales. “Los momentos de mayor dificultad se produjeron cuando miembros de la corporación, incluido el personal municipal, trataba de abandonar la zona de estacionamiento en la calle General Antequera (trasera del Ayuntamiento)”.
“En ese momento, un grupo de 50 personas, además de increpar, insultar y en algunos casos amenazar a los representantes públicos, funcionarios y familiares, además de a los propios agentes, se arrojó delante de los coches”.
La nota oficial de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife añade que “los agentes solicitaron verbalmente a los manifestantes que se retiraran, negándose a ello, por lo que se decidió retirarlos utilizando la fuerza mínima imprescindible para ello, dejando claro que en ningún caso se agredió a persona alguna”.
“Con gran dificultad por la agresividad de estas personas, los agentes abrieron un pasillo de seguridad para que salieran los vehículos y en el caso de algunos ediles que salieron caminando fue necesario encapsularlos para que no sufrieran agresión alguna”.
En cuanto a la denuncia de varios manifestantes de que los agentes no estaban identificados, fuentes de la Policía Local lo niegan tajantemente, “ya que cada agente lleva su número de placa, visible, en el pecho”.