Desde SEMERGEN recomiendan medidas para antes, durante y después del viaje
MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
El 'jet lag' tras las vacaciones puede producir somnolencia, sensación de mareo, irritabilidad, astenia o apatía. Así lo asegura el responsable de comunicación de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), el doctor Rafael Casquero, que asegura que estas circunstancias se producen sólo “en los casos más intensos”.
Así, el también médico de familia y psiquiatra del centro de salud Las Cortes de Madrid ha explicado a Europa Press que este fenómeno puede ser más o menos incesante “en función del número de horas de viaje”, siendo el síntoma casi exclusivo de los más breves la somnolencia. No obstante, el galeno indica que es común en ambos “las alteraciones en el organismo”.
En este sentido, manifiesta que el 'jet lag' se produce al no encajar el ritmo circadiano de una persona con el de la nueva zona geográfica que visita. De esta forma, el viajero ve como se altera su ritmo de sueño y de vigilia. Sin embargo, considera que “no hay que dramatizar”, ya que el organismo “está preparado para pasar un periodo de sueño de uno o dos días”.
En referencia a ello, si encuentra problemático cuando estos grandes desplazamientos pasan a ser frecuentes. En estos casos, el organismo “empieza a dañarse porque se altera el ritmo biológico y muchas hormonas, enzimas y funcionamientos orgánicos”, alerta.
Además, Casquero señala que los efectos son diferentes si se viaja al oeste o al este, siendo el primer viaje “más fácil de llevar”. Sin embargo, para unos y otros, y para paliar los efectos del 'jet lag', el experto recomienda tomar una serie de medidas antes, durante y después de realizar el viaje.
PARA EVITARLO ES NECESARIO MANTENERSE DESPIERTO SI SE LLEGA DE NOCHE
En primer lugar, aconseja estudiar la diferencia horaria e informarse de si una vez que se llegue al destino será de noche o de día en el mismo. Una vez sabido esto, considera necesario mantenerse despiertos o dormidos en función de un caso u otro y, para ello, exponerse o resguardarse de la luz solar, realizar o no ejercicios físicos y consumir cafeína si es necesario.
Tras ello, y una vez habiendo aterrizado, Casquero sostiene que es necesario realizar pequeñas siestas de no más de una hora durante el día para evitar la somnolencia. Sin embargo, considera que el empleo de medicinas sólo debe hacerse “en última instancia y con efecto breve”.
Por otra parte, estos efectos, que no se prolongan más allá de dos a tres días, “afectan por definición a todo el mundo”, pero el experto considera que son más propensas “las personas más débiles y sensibles para el sentimiento de síntomas livianos o menores: las hipocondríacas”, subraya.
Por último, Casquero ha indicado a Europa Press que “no es extraño” que el 'jet lag' provoque secuelas graves o permanentes. Así, manifiesta que se está observando que la alteración del ritmo circadiano “puede repercutir en el estado anímico de los viajeros porque está relacionado con las emociones”.
Para el representante de SEMERGEN, la modificación de la melatonina “a la larga puede desajustar la salud de las personas, producir enfermedades y acortar la vida”. No obstante, concluye que estas evidencias son fruto de estudios muy recientes que “necesitan confirmación”.