MADRID, 02 (EUROPA PRESS)
Un compuesto del té verde, el flavonoide epigalocatequina-3-galato (EGCG), evita que el virus de la hepatitis C entre en las células del hígado, según un estudio realizado por la Hannover Medical School (Alemania). El hallazgo, que se publica este diciembre en 'Hepatology', sugieren que EGCG podría ofrecer una estrategia para prevenir la posible reinfección por este virus tras un trasplante hepático.
El virus de la hepatitis C puede provocar hepatitis crónica, cirrosis y carcinoma hepatocelular o cáncer de hígado primario. Se trata de una de las causas más comunes de enfermedad hepática crónica y una indicación primaria para el trasplante hepático. Afecta a 170 millones de personas en el mundo, según la OMS.
Estudios anteriores han señalado que cerca del 2 por ciento de la población mundial tiene hepatitis C crónica y hasta el 20 por ciento de la población de algunos países.
Aunque el tratamiento estándar con interferón y ribavirina y los últimos inhibidores de la proteasa puede reducir la infección en algunos individuos, un sustancial número de pacientes todavía no responde a estas terapias.
En pacientes que han recibido un trasplante de hígado debido a complicaciones derivadas de la hepatitis C, la reinfección del virus del donante sano sigue siendo una preocupación significativa.
Se necesitan con urgencia estrategias antivirales dirigidas contra el virus de la hepatitis C en sus etapas tempranas para prevenir la reaparición de la infección y mejorar a largo plazo la salud de los pacientes.
Para enfrentar este problema clave, los doctores Sandra Ciesek y Eike Steinmann, de la Hannover Medical School, han investigado el efecto de la molécula EGCG, un componente del té verde, en la prevención del ataque del virus de la hepatitis C contra las células hepáticas.
Según Ciesek, “catequinas del té verde como EGCG y sus derivados epigalocatequina (EGC), epicatequina galato (ECG) y epicatequina (EC), han demostrado que presentan propiedades antivirales y antioncogénicas”. “Nuestro estudio ha explorado el potencial efecto de estos flavonoides en la prevención de la reinfección por hepatitis C tras un trasplante de hígado”, asevera.
Los resultados muestran que, a diferencia de sus derivados, EGCG inhibe la entrada del virus de la hepatitis C en las células hepáticas. Los autores sugieren que EGCG impiden la entrada del virus a la célula actuando sobre las células de anfitrión , ya que el estudio no visto que las catequinas del té verde alteren la densidad de las partículas del virus.
El tratamiento previo de las células con EGCG antes de la inoculación del virus de la hepatitis C no reduce la infección. Sin embargo, su aplicación durante la inoculación inhibe la rápida expansión de este virus.
Al final, los investigadores demostraron que EGCG inhibe el ataque viral, el paso inicial en el proceso de infección del virus de la hepatitis C. Según Ciesek, “el antioxidante del té verde EGCG inhibe la entrada del virus de la hepatitis C a las células, bloqueando el acoplamiento viral y puede ofrecer una nueva aproximación para prevenir la infección por hepatitis C, sobre todo la reinfección que puede darse tras un trasplante de hígado”.