Vertido de petróleo en la reserva marina de la playa grancanaria de El Cabrón

Canarias Ahora

Las Palmas de Gran Canaria —

Manchas de petróleo han aparecido la tarde de este miércoles en la playa grancanaria de El Cabrón, en el municipio de Agüimes, sin que se conozca de momento el origen del vertido, presumiblemente debido a la limpieza de sentinas que haya efectuado algún barco en el brazo de mar en aguas internacionales que separa Gran Canaria de Fuerteventura.

El piche se ha acumulado en la zona de buceo conocida como Punta La Sal, sin acceso directo al baño, y según ha informado a Canarias Ahora el alcalde de la villa del sureste de Gran Canaria, Antonio Morales, se concentra en dos grandes bolsas de 200 o 300 metros lineales, sobre las que ya trabajan trabajadores municipales y voluntarios del pueblo en labores de limpieza en esta zona nominada para constituir la futura Reserva Marina de Arinaga, muy preciada por los expertos en buceo.

Al respecto, el alcalde de la localidad grancanaria ha pedido apoyo al Cabildo de la isla, cuyos dispositivos de Emergencias están dirigidos en mayor medida, sobre todo en estos meses, a controlar y evitar cualquier conato de incendio en los montes.

“Ahora mismo estamos limpiando la costa nosotros solos”, dijo Morales a Canarias Ahora desde la misma playa de El Cabrón, en relación a los empleados municipales movilizados para retirar el chapapote. “Estamos nosotros y Salvamento Marítimo en alta mar”, recalcó, reclamando que se desplazaran mayores efectivos de Emergencias “y ambulancias por si la gente [que está en plena faena limpiando de crudo las rocas] respira todo eso”.

Las bolsas de combustible fueron detectadas en torno a las 15:30 horas de este miércoles, y las primeras informaciones apuntaban a que tenían una extensión de un kilómetro de largo, sin llegar a precisarse con fundamento la anchura de las mismas, “inmensa”. Con posterioridad, se apuntó a que formaban una gran bolsa sin tocar aún la orilla, a unos 500 metros de la costa.

Es Salvamento Marítimo, dependiente de la Delegación del Gobierno de España en Canarias, la que rastrea a lo largo de la tarde la zona de mar afectada, para calibrar el verdadero alcance del vertido, del que el alcalde no podía dar mayor información “porque habrá que esperar hasta mañana [jueves] para ver cómo se mueve y evoluciona” la mancha.

Eduardo Vera es uno de los buceadores asiduos a la zona en la que en tarde de este miércoles aparecieron los vertidos. Justo antes de realizar su segunda inmersión del día se percató de un fuerte olor a petróleo pero se imaginó que alguien estaría quemando rastrojos o haciendo una barbacoa en las inmediaciones. Su sorpresa fue mayúscula cuando salió del mar porque al momento pudo comprobar de primera mano como comenzaban a llegar las grandes manchas negras a la costa.

La Punta de la Sal y de la Monja son “la joya de la corona” para los buzos de la zona. Eduardo calcula que entre 100 y 150 buceadores se meten bajo el mar cada día en esta área que es considerada uno de los mejores puntos de inmersión de toda Gran Canaria. Incluso reconoce que los fines de semana del verano esa cifra aumenta considerablemente.

Sus abundantes cuevas y grietas que pueblan la zona y las especies que las habitan, como los verrugatos, los abades, los meros e incluso, las morenas, son sus principales atractivos destacados en esta web turística del Cabildo de Gran Canaria. Aunque el paraje dispone de una profundidad máxima de 22 metros es aproximadamente a media agua donde se pueden apreciar los mayores espectáculos de la naturaleza con bicudas y medregales nadando en grandes bancos.

Este instructor de buceo, que realiza al menos dos inmersiones al día, reconoce la importancia y la popularidad de la zona y confía en que el viento y las corrientes marinas, unido a las labores de voluntarios, Policía y Protección Civil, sirvan para que manaña haya desaparecido la gran mancha y puedan continuar haciendo inmersiones en este privilegiado paraje de la costa grancanaria.

No es la primera vez este año que la costa del Sureste de la isla se ve afectada por vertidos de combustible de barcos que transitan entre Gran Canaria y Fuerteventura [Canarias, al no ser un archipiélago según las leyes del mar, está dividida por brazos de mar internacionales más allá de las millas de soberanía estatal], ya que en abril se cerraron dos playas del municipio turístico de San Bartolomé de Tirajana por la aparición de vertidos en el pueblo de Castillo del Romeral.