Los conductores de Las Palmas de Gran Canaria se han encontrado este viernes con un control en el que no solo se les sometía a las habituales pruebas de alcoholemia, sino en el que han conocido los riesgos de ir bebido o sin cinturón a través de voluntarios que sufren paraplejia tras un accidente.
“No corras, no bebas... no cambies de ruedas” es el lema de esta campaña de la Dirección General de Tráfico con la que colabora desde hace seis la Asociación de Lesionados Medulares y Grandes Discapacitados Físicos (Aspaym) de Canarias, con el objetivo de “dar ejemplo a los conductores para que eviten verse en una situación similar”, ya que los accidentes de tráfico están detrás del 60 % de este tipo de discapacidad. Así lo ha explicado una de las voluntarias, Isabel Pérez, que también ha asegurado que, “con un poco de precaución, se puede evitar mucho” y que no se trata sólo del alcohol, sino de respetar consejos básicos como “utilizar el cinturón o controlar la velocidad”.
La jefa provincial de Tráfico, Eva Canicrot, ha informado de que el alcohol está detrás del 33% de los accidentes en carretera, pero señala que es un “dato positivo”, porque refleja una tendencia descendente en causas de accidentalidad. Canicrot ha añadido que un ejemplo de esta tendencia es que desde enero solo ha habido ocho accidentes mortales de tráfico en Canarias, dos menos que el año pasado.
Otra de las voluntarias de la Aspaym, Ana Rodríguez, ha afirmado que el índice de afectados por accidentes de tráfico se ha reducido gracias a estas campañas y que lo importante de la acción que están realizando no es solo que la gente escuche, sino que su ejemplo “se quede grabado en la retina de los conductores”. El tercer voluntario de Aspaym que se ha prestado a concienciar a los conductores, Javier Hernández, asegura que estas acciones dan sus frutos, “porque impresiona mucho ver de cerca un caso real”.
El agente de Guardia Civil Manuel Blázquez ha explicado que este tipo de controles se intensifican en temporadas vacacionales, especialmente en épocas de fiestas, “porque al final la gente se anima y siempre bebe”. Blázquez ha señalado que las claves para acabar con todos los problemas que afectan a la seguridad vial son “la educación y la concienciación” y, con el tiempo, la problemática del alcohol se irá asimilando “del mismo modo que ahora todos los conductores se ponen el cinturón y los motoristas usan el casco como algo natural”.