Vidal Martín, presidente de la Sociedad para el Estudio de los Cetáceos en el Archipiélago Canario (Secac), explicó que los calderones tropicales que se acercaron a la playa de Las Coloradas (Playa Blanca) el jueves “no encallaron porque la gente” que estaba en la zona “lo impidió” al hacer “una especie de cadena humana”.
Martín señaló que el Centro de Seguridad y Emergencias 112 del Gobierno de Canarias avisó a la Secac ante la aparición de los cetáceos en la costa, algo inusual porque en las Islas se pueden encontrar “a tres o cuatro millas de la costa y a mil metros de profundidad”.
El experto se inclina por la hipótesis de que alguno de los ejemplares tuviera algún problema o que estuviera “enfermo”: “Cuando una animal está herido o no se vale por su cuenta, el resto del grupo lo que hace es intentar ayudarlo”, explicó Martín.
“A veces terminan derivando hacia la costa, que es un terreno para ellos inusual”, añadió el presidente de la Secac. “La profundidad, el ruido, todo es completamente diferente” a su hábitat normal “y eso hace que entren en pánico”.
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