Sin noticias de la ballena de cuatro metros que apareció este lunes en la costa de Arguineguín. El ejemplar se encuentra enredado en un cabo y aunque de momento puede nadar y alimentarse, el Cabildo de Gran Canaria explica que su destino es morir aprisionada en esa jaula que no la dejará crecer si antes no es encontrada.
La corporación insular señala que l ballena está atrapada en varias vueltas por ese cabo y que cortar cada una conlleva unos 5 o 6 minutos, ya que no basta con cortar una. “Habría que encontrarla débil para que no se mueva porque si no, es peligroso”.
El veterinario del Centro de Recuperación de Fauna de la Institución insular, Alejandro Suárez, ha dicho a Efe que el hallazgo del animal se produjo este lunes gracias a una embarcación de recreo que se dedica al avistamiento de cetáceos en el sur de la isla. Tras alertar a Salvamento Marítimo de los problemas del animal, el ente nacional avisó al Centro de Recuperación de Fauna insular para socorrer a la ballena.
Una vez en Arguineguín y con una lancha neumática de la Cruz Roja, Suárez pudo observar de cerca como un cabo muy largo estaba enrollado en buena parte del cuerpo de la ballena, afectándole a una aleta dorsal, pero que no le impide seguir nadando ni alimentarse, ya que se le observó fuerte y ágil.
Ante el peligro que suponía tratar de cortar la cuerda, que debía hacerse por varias zonas, y por sumerguirse la ballena cada 49 segundos, el operativo de rescate esperó sin éxito a que el animal se cansara.
Durante esta jornada la ballena no ha vuelto a ser divisada en el sur grancanario y tanto Alejandro Suárez como el operativo de rescate activado lo volverán a intentar si el animal, como suele ocurrir, aparece y se acerca al hombre buscando una solución a su sufrimiento.