Incertidumbre y cambios de última hora. Es la situación que se ha vivido durante la última semana en el aeropuerto de La Palma, así como en aquellos desde los que se operaban conexiones con la isla. Este mismo miércoles las aerolíneas anunciaron la reanudación de sus vuelos, pero la situación es cambiante debido a la erupción volcánica que afecta a la isla, por lo que los vuelos pueden seguir sufriendo cancelaciones si el sentido de la ceniza o la situación cambia. El fin de semana el mar se convirtió en la única salida para las decenas de pasajeros que allí se aglomeraban en busca de respuestas. “He cambiado mi vuelo por un barco a Tenerife y desde allí cogeré un avión a Barcelona”, explicaba Tania, una catalana que había llegado a la isla unos días antes tras unas planeadas vacaciones. A su compañera, entonces, aún no le habían cancelado el billete y tenía muchas dudas. “Cancelan el billete a la Península a último momento y hay poco margen para buscar alternativas”, se quejaba otra mujer este lunes en el Fred.Olsen hacia Tenerife.
¿Qué derechos tienen los consumidores en estos casos? El portavoz de Facua, Rubén Sánchez, explica a este periódico que cuando se trata de causa de fuerza mayor (como ha sido el caso de La Palma al sufrir desde el domingo 19 de septiembre una erupción volcánica) el pasajero tiene derecho a la devolución inmediata del importe íntegro del billete, pero añade que no se le pagaría una compensación añadida. Sánchez añade que otro caso que se está dando es el de vuelos que no se cancelan, pero hay pasajeros que no tiene sentido que viajen “bien porque son familias que están sufriendo el desastre o son familias que iban a volar a Canarias para ir a La Palma pero ahora pierde sentido el viaje vacacional”, por ejemplo. En estas situaciones, no está claro que haya derecho a recuperar el dinero si el pasajero no vuela.
El portavoz de Facua señala que para que se devuelva el importe del pasaje tendría que estar claro que no se debe volar o que esos perfiles de pasajeros no deben volar. Por ello, estima que debería ser el propio Gobierno “el que plantease de forma tajante que desaconseja volar por motivos de ocio a La Palma”. Desde la federación de consumidores entienden que es necesario que por parte del ministerio competente, por ejemplo el de Turismo, se realice esa aclaración porque sería un mensaje que facilitará a muchas familias que ahora mismo no van a viajar a la Palma por motivos de turismo y que iban a hacerlo puedan recuperar el dinero.
Escalas y salidas por barco
La Palma tiene conexiones directas desde y hacia la Península, pero la frecuencia de vuelos entre las islas capitalinas y el resto del territorio nacional es mayor, por lo que es habitual realizar escala. Las cancelaciones de vuelos y la incertidumbre ha sido mayor para quienes tenían que hacer esta parada en Tenerife. Por ello, estos últimos días la alternativa que se ofrecía desde el aeropuerto para no perder ese segundo vuelo era viajar en barco. Ante la necesidad de conectar con la isla, las dos navieras que operan en el Archipiélago, Fred.Olsen y Armas intensificaron sus rutas, que rápidamente eran cubiertas por pasajeros que debían abandonar la isla por diferentes motivos.
Desde la consejería de Turismo del Gobierno de Canarias aclaran que se está ofreciendo información en todo momento tanto para los visitantes de la Península como de otros países. El Cabildo de la isla, además, organizó en los primeros días de la erupción la evacuación de más de 300 turistas hacia Tenerife, aunque otros decidieron quedarse para vivir la experiencia. No obstante, no solo turistas se encuentran en la isla, también los palmeros tenían distintos motivos para viajar estos días. “Esta semana empiezo la universidad”, era otro de los argumentos más repetidos estos días en el puerto de Santa Cruz de La Palma. También los efectivos desplegados en la zona, los periodistas, científicos y otros profesionales que debían realizar cambios de turno y relevos.
Las aerolíneas insulares, Binter y CanaryFly ya han anunciado también que han reanudado de momento sus conexiones con el resto del Archipiélago. No obstante, mantienen “el procedimiento especial de vigilancia que se ha establecido para poder reaccionar de forma inmediata a cualquier cambio de circunstancias”.