Un jurado popular ha declarado culpable este miércoles al hombre acusado de asesinar a su expareja en Santa Cruz de Tenerife en la noche del 22 de octubre de 2015, a la que asestó diez puñaladas, cinco de ellas mortales.
El jurado popular ha leído su veredicto en el que considera probado por unanimidad que Carlos Gaspar Hernández es el culpable de causar la muerte a su exmujer y también de intentar asesinar a la madre de ella, quien al oír los gritos de su hija bajó de su casa para interponerse y recibió tres puñaladas no mortales.
Asimismo, el jurado cree probado que Carlos Gaspar asesinó a Iris Francés de forma sorpresiva a cuchilladas y por la espalda, cuando la víctima intentó huir pidiendo auxilio.
También considera probado que el acusado, cuando salió de trabajar el 22 de octubre de 2015, hacia las 21,45 horas, recogió la bolsa en la que guardaba el cuchillo y fue a un bar, en el que pidió a la camarera unos guantes blancos y luego se apostó en las inmediaciones de la vivienda de la víctima, que había llegado de su trabajo en torno a las 22.20 horas.
La mujer salió de la vivienda diez minutos después para tomar un café con unos compañeros, y cuando entraba en su vehículo el acusado trató de agredirla y ella huyó mientras pedía auxilio, pero fue alcanzada y recibió dos heridas.
El jurado, en su veredicto, sostiene que el acusado y la víctima, que tenían tres hijos en común, mantuvieron una relación, que, cuando acabó, generó celos por parte del agresor, sentimientos que él mismo reconoció durante el juicio que se celebró en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife.
Según el relato hecho por el Ministerio Fiscal y reconocido por el acusado, éste, persuadido de que su excompañera pretendía reiniciar su vida, decidió asesinarla, para lo cual ocultó en la gasolinera en la que trabajaba un cuchillo de cocina de unos treinta centímetros de hoja.
La acusación particular y el Instituto Canario de la Igualdad del Gobierno canario han elevado la pena de prisión de 23 a 25 años, mientras que el Ministerio Fiscal y la defensa mantienen la petición de cárcel en 23 años.
En concreto, la acusación particular reclama 25 años de cárcel por el asesinato de Iris y otros 5 años más por el intento de acabar con la vida de su suegra.
La acusación particular que ejerce el Instituto Canario de la Igualdad exige 25 años de prisión por el asesinato de la madre de sus hijos, mientras que la defensa fija la pena prisión en 23 años porque el acusado ha reconocido los hechos y mostrado arrepentimiento.
Por último, la Fiscalía pide 23 años de cárcel para el acusado, 20 por el asesinato de la mujer y tres más por intentar matar a la madre de la víctima.
El Ministerio Fiscal había solicitado en un principio veinticinco años de prisión por el asesinato pero rebajó la pena a veinte debido al reconocimiento por parte del acusado, y redujo de diez a tres años de prisión la pena por el intento de homicidio de la madre de la víctima, debido a que las puñaladas que recibió no eran mortales.
Tanto la Fiscalía como la acusación particular y popular reclaman 15 años de incomunicación con el entorno de la víctima y que indemnice con 150.000 a los hijos que son menores de edad y con 75.000 euros para la madre de Iris y su hermana