Espacio de opinión de Tenerife Ahora
Aporofobia
“Usted, ¿ha acogido usted inmigrantes en su casa?”. Eso fue lo que Marine Le Pen le espetó a la periodista Ana Pastor hace unos años mientras trataba de justificar el cierre de las fronteras de Francia. Esta semana hemos vuelto a escuchar el mismo argumento con el barco Aquarius.
El caso de Aquarius no es otra cosa que el drama de más de 600 personas que han tenido que abandonar su lugar de origen y lanzarse al mar sin la certeza de tener un futuro mejor. Sin embargo, durante los últimos días han circulado bulos, fotografías que no se corresponden con el Aquarius e incluso portadas de periódico de juzgado de guardia.
En Canarias algunos ya han empezado a activar la maquinaria. Es importante que desde los medios de comunicación se haga hincapié en explicar que no estamos ante una “oleada” y que los extranjeros que puedan ser acogidos en Canarias no son un problema para el presidente del Gobierno regional ni para los canarios. No, Fernando Clavijo no va a resolver ninguna “crisis”. Las portadas de periódicos donde se señala otra cosa son armas peligrosas que solo sirven para propagar racismo y xenofobia.
Generalmente, la llegada a España de las personas que vienen en barcos como el Aquarius no es nada fácil. Los extranjeros que no tienen documentación acaban internados en los llamados CIE durante al menos 60 días. Y es que uno de los agujeros negros de las políticas de inmigración en España son los Centros de Internamiento para Extranjeros (CIE). En España hay un total de ocho CIE, de los cuales tres se encuentran en Canarias.
El nuevo ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha anunciado hace unos días la decisión de cerrar de forma definitiva el CIE de El Matorral en Fuerteventura. Una buena noticia, y claro que no debemos pasar por alto que este CIE lleva cerrado desde mayo del año 2012, es decir, sin estar en funcionamiento.
La decisión no es casual, pues una de las principales manchas en el currículo de Grande-Marlaska son unas declaraciones en las que, según el nuevo ministro, dentro de los CIE “no se vulneran los derechos humanos”. Una afirmación absolutamente contraria a lo que cuentan las principales plataformas que luchan para que estos centros desaparezcan.
En Canarias deberíamos preocuparnos más por cómo ayudamos a las personas que llegan en barcos como el Aquarius que por el hecho de recibir una “oleada” de inmigrantes, o por si el presidente Clavijo resuelve la “crisis” realizando reuniones en La Moncloa. Lo que a muchos les molesta no son los inmigrantes, sino los inmigrantes pobres. Y eso se llama aporofobia.
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