Mano tendida con el litoral

La recuperación del mar para la Ciudad es uno de los objetivos prioritarios en nuestra guía de actuación al frente del Ayuntamiento, de acuerdo con una vieja aspiración de los chicharreros. Con un trazado de 58 kilómetros de costa, Santa Cruz quiere acceder, pasear, disfrutar y sentir ese litoral en plenitud, conforme a su categoría marítima, y soltarse el corsé que durante décadas ha dificultado dicho rescate. Ciertamente, durante el presente mandato hemos avanzado en esa línea, con actuaciones referidas a la integración Puerto-Ciudad, que poco a poco nos aproxima con el mar; la apertura del Palmétum o la reanudación de la actividad del Parque Marítimo. Son progresos evidentes pero aspiramos a mucho más.

Por este motivo, el martes me reuní en Madrid con el director general de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, acompañado por la delegada del Gobierno en Canarias, con el fin de acercar posturas y propiciar un gran acuerdo para Santa Cruz. A nadie se le escapa que las relaciones entre el Consistorio y el citado departamento han sido poco fluidas durante los últimos tiempos. Doy fe de ello en mis tres años de ejercicio en la Alcaldía. Cualquier iniciativa que hemos querido emprender se ha topado con una respuesta impropia para una administración que defiende el interés público. Más aún: a Santa Cruz se le ha denegado peticiones que sí fueron concedidas en otros lugares de la geografía canaria.

Sirvan tres ejemplos para entender el alcance de lo que decimos: para ejecutar la obra de la avenida marítima de San Andrés, poco menos que se nos pidió la solicitud de una concesión. La autorización para reponer un parque infantil en Las Teresitas se demoró la intemerata. Y algo parecido nos sucede con la obra de remate del muro caído al final de la playa y la realización de una pequeña rotonda.

Sin embargo, ha llegado el momento de sentarnos, analizar qué nos separa y propiciar acuerdos. Así lo pusimos de manifiesto en la referida reunión, donde imperó la buena voluntad, emplazándonos a la celebración de una nueva cita, esta vez en nuestra capital, con la participación de responsables políticos y técnicos. Será ahí donde reiteraremos la propuesta de extender el acuerdo a otras administraciones con competencias cruzadas (Autoridad Portuaria, Gobierno de Canarias o Cabildo de Tenerife), en un convenio marco que sirva para desbloquear la situación y solventar muchas cuestiones pendientes. En definitiva, queremos sellar lo que hemos denominado como Pacto por el Litoral de Santa Cruz y trabajar todos con un mismo objetivo.

De otra parte, el encuentro sirvió también para hablar de algo muy concreto, escrito en mi agenda con letras mayúsculas, como es la rehabilitación de la playa de Valleseco. Ahora que hemos logrado desbloquear un asunto histórico como la construcción del dique semisumergido de San Andrés –el primer gran problema con el que me encontré como alcalde, en agosto de 2011–, debemos continuar con otros de importancia similar, aunque cariz diferente. De hecho, vimos cómo está el expediente y qué tramites quedan por resolver, con el fin de que todo esté en regla dentro de este año y que el Gobierno central empiece las obras en 2015, conforme al convenio suscrito con el Ayuntamiento, Cabildo y Gobierno de Canarias, que le comprometía a acometer la primera fase de los trabajos, con un presupuesto aproximado a los 10 millones de euros.

Además, analizamos también el conflicto sobre la titularidad de los terrenos del Palmétum, el Parque Marítimo o el Auditorio, hasta ahora propiedad de la Autoridad Portuaria, que la Ciudad reclama como suyos. El fundamento de esta legítima aspiración no es otro que el de la realidad física, en cuanto a las inversiones públicas efectuadas en toda esa franja y sus verdaderos usos, que pretendemos que se traduzca en el terreno jurídico. Lo cierto es que el director general de Sostenibilidad de la Costa y del Mar se ha comprometido a estudiarlo; circunstancia que valoramos como indicativa de la voluntad mutua por prosperar en un nuevo marco de relaciones. Porque el fin no es que otro que el apuntado al principio: recuperar el mar para Santa Cruz.

La recuperación del mar para la Ciudad es uno de los objetivos prioritarios en nuestra guía de actuación al frente del Ayuntamiento, de acuerdo con una vieja aspiración de los chicharreros. Con un trazado de 58 kilómetros de costa, Santa Cruz quiere acceder, pasear, disfrutar y sentir ese litoral en plenitud, conforme a su categoría marítima, y soltarse el corsé que durante décadas ha dificultado dicho rescate. Ciertamente, durante el presente mandato hemos avanzado en esa línea, con actuaciones referidas a la integración Puerto-Ciudad, que poco a poco nos aproxima con el mar; la apertura del Palmétum o la reanudación de la actividad del Parque Marítimo. Son progresos evidentes pero aspiramos a mucho más.

Por este motivo, el martes me reuní en Madrid con el director general de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, acompañado por la delegada del Gobierno en Canarias, con el fin de acercar posturas y propiciar un gran acuerdo para Santa Cruz. A nadie se le escapa que las relaciones entre el Consistorio y el citado departamento han sido poco fluidas durante los últimos tiempos. Doy fe de ello en mis tres años de ejercicio en la Alcaldía. Cualquier iniciativa que hemos querido emprender se ha topado con una respuesta impropia para una administración que defiende el interés público. Más aún: a Santa Cruz se le ha denegado peticiones que sí fueron concedidas en otros lugares de la geografía canaria.