Santa Cruz, por el empleo

Las cifras dadas a conocer esta semana por el Servicio Canario de Empleo, acerca de la actividad laboral en el mes de noviembre, vuelven a confirmar la tendencia positiva experimentada en Santa Cruz de Tenerife desde finales de 2013. Así, nuestra capital continúa encadenando, mes a mes, unos registros que invitan a la esperanza desde la moderación.

El recorte del desempleo respecto a noviembre del año pasado se acercó al 8 por ciento, mientras que el crecimiento en la suscripción de nuevos contratos casi alcanzó el 15 por ciento. Son buenas noticias, qué duda cabe, pero no podemos olvidar que todavía tenemos sin trabajo a 26.821 vecinos, situación que nos obliga a seguir arbitrando medidas que contribuyan a la reactivación económica.

Como alcalde, mi mayor preocupación es el empleo. Cada día que pasa, trato de estar junto a los vecinos de Santa Cruz, escuchar sus inquietudes y satisfacer sus necesidades. De ahí que conforten datos como los apuntados. Sobre todo cuando se suceden durante más de un año y evidencian que algo está cambiando en la economía local. Que vamos por el buen camino, pero que hemos de perseverar en la tarea para mejorar esos datos. Unos números que nos sitúan ocho puntos por encima de la media regional en la firma de nuevos contratos (14,8 frente al 6,91 por ciento), con el añadido de que somos capital de la isla y como tal absorbemos buena parte del empleo de otros municipios. De hecho, si sumamos la cantidad de gente que trabaja en Santa Cruz, superamos el total de las tres localidades siguientes (Arona, La Laguna y La Orotava).

Cuando tomé la determinación de presentarme como candidato a la Alcaldía, tenía claro a lo que me enfrentaba. Sabía que no eran tiempos de bonanza –todo lo contrario– y que iba a tener que desarrollar mi gestión en medio de la peor coyuntura económica sufrida en décadas. Sin embargo, no solo hemos soportado la embestida de esa tempestad, sino que también estamos sacando la cabeza: Santa Cruz está liderando la salida de una crisis mayúscula y tenemos que ser capaces, entre todos, de recuperar los niveles de desarrollo alcanzados en otro tiempo.

Por la parte que nos toca, como Ayuntamiento, hemos aprobado dos documentos fundamentales, largamente paralizados, como el Plan General de Ordenación (PGO) y el Plan Especial del Puerto, llamados a propiciar la puesta en marcha de grandes proyectos en el municipio.

Del mismo modo, la reactivación del comercio y la atracción de turistas, en una apuesta decidida por el sector líder de la economía regional, ofrece también síntomas de recuperación. Hemos conocido recientemente que el turismo extranjero alojado en Santa Cruz ha crecido un 25 por ciento durante el año en curso. Así lo indican fuentes empresariales, con el añadido de que las expectativas para esta Navidad se sitúan en términos parecidos, incluso ligeramente superiores, a las cifras obtenidas un año atrás, cuando se alcanzó el 82 por ciento de ocupación, con días determinados de lleno absoluto en los establecimientos de la capital. Sin duda, el trabajo conjunto entre las administraciones y el empresariado acaba dando los frutos apetecidos.

Naturalmente, queda por hacer. Por más que vayan sucediéndose las buenas noticias, no podemos sentirnos del todo satisfechos. La reducción de los niveles de desempleo en nuestra ciudad, lo mismo que en Canarias y el conjunto del país, requiere acciones certeras y de calado, con un compromiso mayor de los gobiernos del Estado y de Canarias por la reactivación económica.

Por nuestra parte, estamos haciendo la tarea, favoreciendo la inversión, dinamizando la actividad en la calle y rebajando los impuestos. Todo sea por la creación de puestos de trabajo y la reducción de la temporalidad, desde la certeza de que las cosas van a ir a mejor. Vamos a mejor.

Las cifras dadas a conocer esta semana por el Servicio Canario de Empleo, acerca de la actividad laboral en el mes de noviembre, vuelven a confirmar la tendencia positiva experimentada en Santa Cruz de Tenerife desde finales de 2013. Así, nuestra capital continúa encadenando, mes a mes, unos registros que invitan a la esperanza desde la moderación.

El recorte del desempleo respecto a noviembre del año pasado se acercó al 8 por ciento, mientras que el crecimiento en la suscripción de nuevos contratos casi alcanzó el 15 por ciento. Son buenas noticias, qué duda cabe, pero no podemos olvidar que todavía tenemos sin trabajo a 26.821 vecinos, situación que nos obliga a seguir arbitrando medidas que contribuyan a la reactivación económica.