Espacio de opinión de Tenerife Ahora
Setenta y seis con sesenta
Huye. Venga, hazlo de nuevo y no se te ocurra volver jamás,
me grita el pecho hecho remiendo
Aquí ya no queda nadie
Es difícil aguantar otra vez el silencio,
el ansia de gritar
Que esta tierra es rica en colmar vasos
y no le vale la pena a la arena
de la playa donde tengo mi hogar incrustado
por un poco de mi sal rezar
Qué más da, “es normal,
el tiempo no reculará“.
El viento se ha llevado la casa
Con las estanterías de esperanza
ha arramblado
La ilusión igual se hizo florero,
prostituyendo las flores
hasta secarles sus pétalos
La dejadez extinguió
la llama que daba la fuerza
Las bombillas se congelaron
por desplantes del pasado
Pero qué más da, “es normal.
El tiempo no reculará“.
Desalentado sigue gritando tu nombre
lo más hondo del pensamiento
No recordaba que zarpaste. Claro
Se me olvida a cada momento…
Como la vida sigue igual
y aquí nadie echa de menos,
setenta y seis horas bastan
para querer salir corriendo
con sesenta estúpidos versos
que me llevan de nuevo al suelo
El único que me reserva un sitio
cada vez que así lo requiero.
Total, qué más da, “es normal.
El tiempo no reculará“.
Sincero,
de todas sus brasas hasta el final,
este solar se va consumiendo
Perdona que por alusiones
me quiera sentar a fumar
y ver cómo el olvido arrasa el lugar
Ya podría haber usado este agua
que ha inundado tantos recuerdos.
Ardía muchísimo el mundo aquel día
para ser verano
que se ahogaron al momento
Y así siempre lo mismo
Cierra con llave y desata el infierno
mientras el eco de su voz
narra el cuento de un sol
que se apaga si regreso.
Pues no volveré
Porque no volverá
Qué más da…
“Es normal…
El tiempo no reculará“…
… (Pues ojalá)
Huye. Venga, hazlo de nuevo y no se te ocurra volver jamás,
me grita el pecho hecho remiendo