Los integrantes de la comunidad unversitaria de La Laguna escenificaron ayer su hartazgo ante las promesas incumplidas para contar con un nuevo espacio que desahogue la situación de la Facultad de Educación, actualmente dividida en cuatro módulos y un anexo.
En esta línea, se han programado un conjunto de acciones entre las que se incluyen una serie movilizaciones que los estudiantes piensan emprender como forma de protesta por la paralización de la cesión del CEIP La Aneja, situado al lado de la facultad, a este espacio universitario, tal y como se había comprometido el consejero de Educación, Universidades y Sostenibilidad, José Miguel Pérez.
Por su parte, la decana de la Facultad, Olga Alegre de la Rosa, aseveró en rueda de prensa que “pese al enorme esfuerzo por acondicionar las dependencias universitarias de este centro que aloja a 4.000 estudiantes, el inicio de curso ha resultado complicado, explicó la decana, ya que no hay aulas para todo el alumnado y la convivencia con el colegio adyacente se torna cada vez más difícil”.
“Tenemos la responsabilidad de formar a los mejores educadores y no podemos cumplir con ese compromiso”, apuntó Alegre de la Rosa, para quien en otros países las administraciones se vuelcan con estos futuros profesionales, “mientras que aquí se les maltrata”.
“Hemos aguantado esta situación gracias a la profesionalidad del profesorado y del personal de administración y servicios, además de la paciencia que están teniendo los alumnos”, explicó en el transcurso de una rueda de prensa celebrada en el Salón de Grados de la facultad y atestada de estudiantes.
“Si la consejería se comprometió con la universidad en el traslado del colegio para nosotros recuperar esos espacios, el ayuntamiento no puede ahora posicionarse en contra de la universidad, con quien debería tener una perfecta sintonía”. A su juicio, “parece que no interesa retener a la universidad dentro de la ciudad, sino que lo óptimo resulta ser trasladarla completamente al extrarradio”.
La decana fue especialmente dura con los representantes políticos. “¿Cómo es posible que la viceconsejera Manuela de Armas contradiga ahora las intenciones del consejero?”, se preguntó. “¿A quién le interesa mantener un colegio en malas condiciones en medio del espacio universitario?”, prosiguió.
Mientras, el portavoz del alumnado, Alberto Suárez, también presente en la convocatoria de prensa, quiso dejar claro que la Facultad no está en contra del colegio ni de los niños. “Está claro que esa es nuestra futura profesión, y también queremos que ellos mejoren sus condiciones”.
El estudiante adelantó que el jueves 6 y viernes 7 de noviembre se celebrarán clases al aire libre. El lunes 10 llevarán a cabo una concentración frente a la delegación del Gobierno, mientras que el martes 11 realizarán una manifestación que partirá de la facultad y llegará hasta el Ayuntamiento de La Laguna. Iguamente, agradeció además el apoyo recibido de otros grupos claustrales y de empresas de la zona, que no desean que la facultad se traslade a otro sitio.
A modo de conclusión, el rector de la ULL, Eduardo Doménech, subrayó que la Consejería lleva dos años sin arreglar este problema, tras la suspensión del contrato programa y la imposibilidad de la universidad por tanto de contar con fondos económicos para inversiones. “Nosotros no imponemos la solución, es el ayuntamiento y la consejería quienes nos la tienen que dar”, apostilló.
Con todo, aclaró que la Oficina Técnica de la universidad ya está trabajando en la elaboración de un plan director si finalmente se la cesión del CEIP Aneja se hace efectiva, pero que, antes que todo ello, lo primero es contar con los espacios.