El Cabildo, a través de la Sociedad Insular para la Promoción de Personas con Discapacidad (Sinpromi) y el Instituto Tecnológico de Energías Renovables (ITER), junto al Grupo de Neuroquímica y Neuroimagen, perteneciente al Departamento de Fisiología de la Universidad de La Laguna, trabajan en el desarrollo de proyectos tecnológicos que den respuesta a las necesidades de las personas con discapacidad.
Como primer paso, los tres organismos trabajan en dos proyectos que relacionan la tecnología de las comunicaciones con el autismo. En concreto, están preparando un sistema de control parental de tabletas para personas con esta discapacidad con el fin de controlar los contenidos de acceso que puedan perjudicarles. El otro proyecto consiste en un sistema tecnológico que servirá para diagnosticar a través de la mirada si una persona padece autismo.
Ambos proyectos se presentarán a una convocatoria de la Fundación Orange que trabaja para favorecer la comunicación y la creación de vínculos entre las personas, con especial hincapié en los colectivos con barreras de la comunicación y participación. Cabe destacar que, previa presentación de los proyectos, la Asociación de Padres de Personas con Autismo de Tenerife (Apanate) será quien testee la idoneidad de ambos sistemas.
La tecnología crece a un ritmo vertiginoso, pero aún es difícil lograr que atienda las necesidades de las personas con discapacidad, esto es, que sean accesibles a todos. A esto se suma el elevado coste de la misma, de ahí que con este acuerdo de colaboración se permite abaratar costes.
Esta iniciativa de colaboración surge a raíz del Foro de Innovación de Canarias celebrado el pasado mes de enero cuando se estableció un contacto entre el neurofisiólogo José Luis González Mora, con técnicos de Sinpromi y del ITER. En base a esta colaboración, la Universidad aporta la investigación; el ITER, el desarrollo de esta tecnología y Sinpromi, su conocimiento sobre la discapacidad.
La vicepresidenta y consejera insular de Acción Social en funciones, Cristina Valido, valoró esta colaboración entre la universidad y las empresas cuyo objetivo final es mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad. “Acercar el uso de las tecnologías a estas personas, propiciando nuevas habilidades, facilita su inclusión social y laboral, objetivo prioritario del Cabildo”.