La escritora Almudena Grandes ha afirmado este viernes en Tenerife que el siglo XXI se parece más al siglo XIX que al XX en lo que respecta “a la explotación de los trabajadores, a la precariedad de la vida y a la multiplicación de los miserables” y, además, “sin la conciencia política que había en el siglo XX”.
Almudena Grandes ha admitido en una entrevista con Efe que esta circunstancia justifica que se produzcan “fenómenos” como el ascenso al poder de Donald Trump en Estados Unidos o de Jair Bolsonaro en Brasil.
A su juicio, es falso que la década actual se parezca a los años treinta, “cuando había unos contrapoderes formidables”, pues cuando Hitler llegó al poder en Alemania había un partido comunista “formidable” y cuando lo hizo Mussolini en Italia estaba establecida una izquierda “impresionante”.
Sin embargo, “ahora estos nuevos fascismos se están extendiendo sin contrapoder posible” y se da por supuesto que hay que aceptar la muerte de la izquierda, ha lamentado Grandes, quien, acompañada del escritor Luis García Montero, director general del Instituto Cervantes, ha dialogado sobre El Mundo que queremos en la programación Otoño Cultural de la Fundación CajaCanarias.
En este contexto, Grandes ha destacado que España es “un caso singular” porque el socialismo de este país, junto al de Portugal, son los únicos que están vivos en toda Europa, continente en el que las fuerzas de izquierda están en retroceso.
“No creo que la izquierda haya muerto, pero creo que se ha decretado la muerte de la izquierda”, ha manifestado la escritora, para la que la izquierda en Europa “se ha suicidado o ha languidecido hasta dejarse morir” porque se ha contaminado de los pronósticos de que “la historia había terminado y nada tenía sentido”.
Grandes ha opinado que, mientras exista explotación, injusticias y problemas sociales en el mundo, habrá partidos de izquierdas que “se levantarán para levantar la bandera de los desposeídos”.
Respecto a España, ha dicho que valora y agradece que el Gobierno de Pedro Sánchez sea el primer Ejecutivo socialista de la democracia española “que gobierna sin complejos” y ha aseverado que lo que más le gusta del actual Gobierno español es que llegó al poder, dijeron lo que querían hacer y lo hicieron.
Quitar la religión del currículo escolar o aprobar un permiso de paternidad que “va a cambiar la vida de muchísimas españolas” son algunos de los avances que Almudena Grandes cree que ha promovido el Gobierno de Sánchez.
Por su parte, Luis García Montero ha comentado que el debate más importante que ahora está sobre la mesa tiene que ver con reivindicar la dignidad de las instituciones, lo cual es en su opinión prioritario en “un mundo en el que están brotando los totalitarismos y donde hay una nueva configuración mediática que favorece mucho las respuestas irracionales”.
El escritor ha advertido de que algunas de las víctimas maltratadas por las élites económicas se han convertido en enemigas de las instituciones, que son precisamente las que pueden defender sus derechos.
Por ello, ha lanzado un aviso a la sociedad: “Estar en contra de las instituciones no es progresista sino reaccionario” porque al margen de la ley, las constituciones y de las instituciones lo que existen “son poderes salvajes que se rigen por la ley del más fuerte”.
Según García Montero, los antisistema han preparado el terreno para que “gente como Donald Trump o los reaccionarios de Italia o Hungría” sean una amenaza real.
Por ello, la labor de la izquierda debe ser la defensa de las instituciones democráticas, ha comentado el escritor, mientras Almudena Grandes se ha referido a la exhumación de Francisco Franco, que “debió haberse hecho hace mucho tiempo” porque es una anomalía, aunque “más vale tarde que nunca”, ha agregado.
Grandes ha abogado por sacar a Franco del Valle de los Caídos y enterrarlo en un lugar “discreto y digno” y, además, ha criticado la complicidad de la Iglesia con la dictadura, planteamiento en el que ha coincidido Luis García Montero.
La exhumación de Franco le preocupa a la escritora “mucho más” que la posible entrada de Vox al Congreso de los Diputados, que, de producirse, tiene que ver con que la derecha haya “subido el tono” tras la moción de censura contra el expresidente Mariano Rajoy.
Una vez llegó Pedro Sánchez al Gobierno español, PP y Ciudadanos empezaron a competir sobre cuál de los dos era más patriota y “más España, España y España”, lo que ha incentivado el crecimiento de Vox, un partido “que estaba ahí y no pintaba nada”, ha sentenciado.