Una fiesta en Buenos Aires hace cuatro años sirvió de inspiración al cineasta Juan Carlos Fresnadillo para sacar partido a la soledad de los viajes, coger su cámara fotográfica y empezar a disparar imágenes en blanco y negro que ahora reúne en Limbo, su mirada enigmática sobre la realidad.
Limbo muestra 30 fotos captadas en ciudades como la capital argentina, Londres, París, Nueva York y Santa Cruz de Tenerife, donde nació el director en 1967 y que es el sitio elegido para presentar su primera exposición fotográfica, que se podrá ver en Tenerife Espacio de las Artes hasta el 11 de septiembre.
Juan Carlos Fresnadillo dijo en la rueda de prensa de presentación de la exposición que “tenía todo el sentido” inaugurar la muestra en el mismo sitio en el que le surgió la posibilidad de contar historias, y señaló que “la fotografía es el origen” de las ideas que luego desarrolla de forma “más tensa” en el cine.
“La fotografía es la cocina de mis historias”, aseveró el director de Intacto que, aunque no había pensado en exhibirlas públicamente por “pudor”, decidió también dar “continuidad” a su proyecto creativo, ya que temáticamente sus fotos siguen la línea argumental de su cine: una mirada enigmática y misteriosa.
A ello le ayuda el blanco y negro, que revela al espectador “una dimensión misteriosa de la realidad”, detalla Juan Carlos Fresnadillo, quien señala que sus fotos no son preparadas sino “momentos robados”, detalles cotidianos captados “a la caza y captura cuanto te encuentras con algo y te entra la pulsión por fotografiarlo, por tener esa conexión con el instante”.
Entre sus fotos se encuentran imágenes captadas en ciudades estadounidenses como Portland y San Francisco, esta última titulada Attack, con gaviotas revoloteando que se asemejan al clásico de Los pájaros de Hitchcock.
También hay escenas nocturnas en la playa de Las Teresitas y el puerto de Santa Cruz de Tenerife, escenas cotidianas en paradas de metro y parques, y los rascacielos de una Nueva York “escondida” bajo una niebla fantasmagórica.
El comisario de la muestra, David Olivera, afirmó que esta colección fotográfica “es un acto de rebeldía” de Fresnadillo ante la aceleración de los 24 fotogramas por segundo y subrayó que el director, que fue candidato al Óscar al Mejor Cortometraje de Ficción en 1996 por “Esposados”, juega con la luz y la oscuridad.
Estos elementos, continuó Olivera, provocan que el espectador se haga preguntas tras ver estas fotos “callejeras” que no van a dejar “indiferente” a nadie, pues “algo van a remover por dentro”.
El comisario de Limbo también anunció que se editará un libro con las imágenes de la muestra y otras 30 más, del que se hará una tirada de 500 ejemplares con textos en español y en inglés, y además se trabaja para que parte de la exposición se exhiba en Madrid en septiembre y luego recorra de forma itinerante ciudades de Estados Unidos y Europa.
Antonio Vela, director del Centro de Fotografía Isla de Tenerife, aseguró que esta serie fotográfica le recuerda a un cuaderno de notas que da pie a que el espectador pueda imaginar un relato, ya que a su juicio las fotos de Fresnadillo “abren una puerta totalmente libre a la interpretación” sobre qué ocurre en esa imagen.
“Son historias de calle que recuerdan a Cartier Bresson o a la serie Los americanos de Robert Frank con textos de Jack Kerouac, resumió Antonio Vela, quien dijo que desde el primer contacto con el director de Intruders y tras ver sus imágenes el Centro de Fotografía se mostró ”decidido“ a organizar la muestra.