La construcción canaria no abandona los números rojos. La crisis en este sector ha sido profunda en las islas, como también ha ocurrido en el país, y sin duda está muy presente. La recuperación progresiva, sin altibajos o sin dibujar dientes de sierra, todavía se hace esperar.
En los últimos siete años, del primer trimestre de 2010 a los mismos tres meses de este año, los ocupados en ese sector se han reducido en 32.400 personas (datos de la Encuesta de Población Activa -EPA-), lo que implica un descenso en el empleo total otorgado a la construcción de nada más y nada menos que el 45%, prácticamente hasta la mitad.
En el extremo más lejano de ese periodo de análisis, marzo de 2010, la construcción ofrecía trabajo en la Comunidad Autónoma de Canarias a unos 72.000 residentes, mientras que solo siete años después ese nivel se ha empequeñecido hasta llegar a los 39.600 contratos, lo que significa 32.400 puestos de trabajo destruidos en el septenio objeto de estudio.
Tras el pequeño acelerón en la ocupación de finales de 2016, la construcción ha vuelto a destruir empleo en el primer trimestre de este año, lo que sin duda tiene que ver con el fuerte descenso en la licitación de obra pública apreciado en las islas, con un desplome de casi el 19% entre trimestres. Este hecho es uno de los factores que ha influido en la última caída trimestral del empleo.
Pese a que resultará muy difícil regresar a los niveles de empleo de antes de la crisis, por ejemplo a los registros absolutos de 2008, el sector ha experimentado una lenta recuperación, si se mide a través del parámetro empleo, desde mediados de 2015, una tendencia al alza que, todo hay que decirlo, ha estado repleta de crestas y vaguadas.
En estos momentos, según los registros de ocupación ofrecidos por la EPA del primer trimestre de 2017, el empleo en la construcción ha mejorado respecto a lo existente hace 12 meses, con una subida del 8,2% en la variable interanual. En cambio, la tasa de paro en este mismo sector, la medida por la EPA en el primer trimestre de este año, fue del 25,8%, lo que supuso un dato 2,1 puntos superior al de hace un año. Esta escalada se debe al alza de los demandantes de empleo en estas actividades, por encima del incremento de los ocupados, que es verdad que mejoraron el citado 8,2%.