Sin agua para riego y restricciones al consumo en Tenerife mientras se proyectan una nueva ciudad y más hoteles

Dácil Jiménez

3 de marzo de 2024 15:52 h

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El pleno del Cabildo de Tenerife aprobó el pasado viernes una moción presentada por Coalición Canaria (CC) y su socio de gobierno, el PP, para instar al Consejo Insular de Aguas a que inicie los trámites para declarar la emergencia hídrica en la isla. La moción fue finalmente aprobada por los partidos representados en el Cabildo en un pleno con una notable incidencia: dos activistas interrumpieron la sesión para increpar a los políticos allí reunidos con una cuestión: cómo se puede aprobar una declaración de emergencia hídrica al mismo tiempo que se fomenta desde la corporación insular la construcción de más hoteles, como el proyecto turístico Cuna del Alma (con un hotel y más de 400 villas de lujo en una zona virgen del sur de la isla) o el hotel de La Tejita, y no se toma ninguna medida para reducir el consumo de agua en el sector turístico.

Según el documento votado y aprobado, la declaración de emergencia hídrica está sustentada en información técnica que destaca “las consecuencias de las anomalías térmicas cálidas y el déficit de precipitaciones de los últimos años en la isla”. Recoge, además, las conclusiones de un Informe de Balsas de Tenerife (Balten), empresa dependiente del propio Cabildo, sobre la situación actual, que indica que la isla sufre una “sequía extrema y de larga duración en las medianías”.

Según la información aportada por CC y PP en la moción, las precipitaciones han bajado en todas las estaciones analizadas entre un 15 y un 40%; y la evapotranspiración ha subido principalmente en las medianías con aumentos de entre un 10 y un 25%, en consonancia con el aumento de la temperatura media del aire y el aumento de la radiación solar. Estas situaciones han derivado en que los aportes de agua para los cultivos hayan aumentado al disminuir la precipitación en torno a un 15 y un 30%.

A fecha de 1 de febrero de 2024, explican ambos partidos, “cuando ha pasado ya buena parte de la estación habitual de lluvias, el nivel de almacenamiento de las balsas de Balten está en el 34,6% (un nivel muy inferior al de la misma fecha del ejercicio anterior, cuando alcanzaba el 52%)”.

El objetivo de la declaración, según defendieron CC y PP, es “garantizar, de cara a la llegada de los meses más cálidos, el caudal necesario para la sostenibilidad de la producción agrícola y preservar plenamente los usos sanitarios y domésticos”. Para ello, la corporación realizará 34 obras y actuaciones que han sido calificadas de urgentes. Entre ellas, aumentar la producción de agua desalada y regenerada en distintos puntos de la isla, como la capital, Santa Cruz de Tenerife, y también en el sur. Ninguna de las actuaciones anunciadas afecta al sector turístico.

Tras la votación, dos mujeres que se encontraban entre el público asistente interrumpieron el pleno llamando irresponsables a los políticos al aprobar esta medida sin mencionar en ningún punto a los hoteles. Las activistas recordaron que cada turista consume unas seis veces más agua que un residente y, pese a ello, no se ha hecho mención en la moción a ninguna medida que afecte al sector turístico. “Los canarios dicen basta, dejen ya su modelo de crecimiento brutal, se están cargando las islas”, argumentaron, ante el nerviosismo de la presidenta insular, Rosa Dávila, que insistió en desalojarlas porque no tenían el turno de palabra. Finalmente, fueron expulsadas del salón de plenos y se acordó un receso antes de continuar.

Reacción en redes

El incidente fue inmediatamente compartido en redes sociales, donde las reacciones fueron mayoritariamente a favor de lo expresado por estas dos ciudadanas.

Restricciones de agua

Por ahora son ya dos municipios de la isla los que han anunciado restricciones en el consumo de agua para sus vecinos: primero fue Fasnia, con menos de 3.000 habitantes (INE, 2023) y sin presencia de industria turística, y después, Arico, con más de 8.300 empadronados (INE, 2023) que tampoco es un municipio turístico. Las restricciones adoptadas son exactamente las mismas y afectan solo a la ciudadanía: se prohíbe llenar piscinas particulares, depósitos y charcas, limpiar fachadas, lavar coches, usar agua potable para riego, y usar las duchas de las playas.

Ni los municipios más poblados, Santa Cruz de Tenerife y La Laguna, ni los más turísticos, Adeje y Arona, han tomado ninguna medida para reducir el consumo de agua.

Más habitantes y más turismo

Tenerife, además, tiene proyectada la creación de una nueva ciudad en el sur de la isla, en Arona, una de las zonas más turísticas, con un millón de metros cuadrados disponibles para uso turístico, urbanístico y comercial. En lo que se conoce como El Mojón, se prevé levantar varios hoteles nuevos, edificios residenciales y apartamentos, además de zonas de ocio y un recinto que se denominará Arona Arena. Tan solo Nueva Canarias votó en el Ayuntamiento en contra de este nuevo proyecto. Su concejal, Nauzet Fariña, afirmó a principios de febrero que “han lanzado una bomba sin medir las consecuencias”, entre ellas, los problemas de tráfico ya existentes en la autopista a su paso por esa zona y que, en su opinión, “se podrían ver agravados”.

Por otro lado, en la capital de la isla también se ha proyectado ya la ampliación de la ciudad hacia el sur en el que será el “mayor proyecto urbanístico” de España, con 576.000 metros cuadrados urbanizables en los terrenos de la antigua refinería de Cepsa: Santa Cruz Verde 2030. Se trata de un proyecto que “provocará gentrificación y más turismo en Tenerife”, según un estudio realizado por el Marcus Hübscher, doctor en Urbanismo por la Universidad de Leipzig (Alemania), tal y como él mismo explicó en una entrevista a Canarias Ahora.

Más recientemente, el alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez (CC), volvió a anunciar, como ya hizo hace unos años, su intención de construir un nuevo hotel, de unas 500 plazas, junto a la playa de Las Teresitas, sin establecimientos de este tipo por ahora en sus aledaños.

Tenerife además, ha visto aumentar su población hasta rozar el millón de habitantes en 2023. Las Islas, en su conjunto, ya tienen más de 2,2 millones de residentes y uno de los lugares con un crecimiento más significativo se da en el sur de Tenerife y sus municipios turísticos. Adeje, el buque insignia de este sector en la isla, ha pasado de poco más de 14.000 habitantes en el año 2000, a más de 50.000 en 2023. Arona, el otro gran núcleo turístico del sur de Tenerife, ha pasado de 38.000 habitantes en 2000 a más de 85.000 en 2023.

A ellos se suman los visitantes extranjeros, que, una vez superado el bache de la pandemia, volvieron a batir récords: casi 6 millones de turistas se alojaron en la isla durante 2023. En total, Canarias recibió el año pasado 14,1 millones de turistas extranjeros, la segunda mayor cifra de su historia.