El presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso (CC), se mostró este viernes algo más optimista respecto a la consecución de soluciones definitivas para el tráfico rodado en la isla, a través de inversiones potentes en su red viaria principal.
Alonso aplaudió el relevo en la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, ahora con un titular de su partido, el grancanario Pablo Rodríguez, y dijo que los tres problemas básicos de Tenerife en su red de carreteras se resumen en mejorar las autopistas del norte (de Guamasa a Santa Cruz y con el carril BUS-VAO) y del sur (tramo aeropuerto-Las Américas) y en proceder al cierre del anillo insular.
Esas tres actuaciones calculó que representan una inversión pública global que está por encima de los 800 millones de euros, con 300 millones para el anillo insular y algo más de 200 para cada una de las intervenciones integrales en las vías TF-1, sur, y TF-5, norte.
Alonso apostó este viernes por lograr esos tres objetivos de forma prioritaria, en el plazo de cinco años, para lo que será necesario que el nuevo convenio de carreteras Canarias-Estado, cuya negociación ya se ha iniciado, aporte entre 400 y 500 millones en el citado lustro a Tenerife para dotar los mencionados proyectos, lo que puede suponer entre el 40 y 50% de la ficha financiera global que se negocie dentro del nuevo marco de colaboración entre las islas y el Estado (si está en torno a 1.000 millones de euros en un lustro).
Tal y como dijo el presidente del Cabildo esta mañana en una entrevista en la Cadena SER, en Santa Cruz, de ese nivel total de inversión, en torno a los 800 millones, el Cabildo puede atender, por ejemplo, los 300 millones correspondientes al cierre del anillo insular. Si se pudiera aplicar ese marco financiero para las carreteras de Tenerife en 2017-2021, las dificultades actuales más serias en el viario de la isla, las ya sintetizadas, se podrían ir resolviendo en un periodo de cinco años.
Alonso, como recogió Europa Press, sostuvo que “hemos perdido mucho tiempo porque la Consejería de Obras Públicas [entonces en manos del PSOE] decía que no a muchas soluciones o bien que eran de su competencia”.
El presidente tinerfeño ha asumido que la Consejería de Obras Públicas no puede afrontar en solitario los proyectos de la isla, ya que, si reedita el convenio de carreteras con el Estado y hay una media de 200 millones anuales, serían en total 1.000 millones [en cinco años] a repartir entre las siete islas. Pero “¿entonces sería razonable que Tenerife imponga que el 80% se gaste en esta isla?”, se preguntó. a ellos respondió que “no sería razonable”. Por esa razón, Alonso propuso que los problemas en las carreteras tinerfeñas se arreglen “poniendo fondos entre todos”.
Alonso reconoció que en la actual coyuntura política se ha generado una nueva “dinámica de trabajo”, ahora con Pablo Rodríguez en la Consejería de Obras Públicas, para así terminar con la “tensión” diaria de los conductores dentro de las colas y para que ellos “vean” que los políticos tratan de solucionar sus problemas.