Empresarios rechazan la prohibición de guaguas en Anaga: “Puede aumentar el número de coches y agravar el problema”

La vía insular TF-12 que une a través de la dorsal de Anaga los municipios de Santa Cruz y La Laguna.

Efe

Santa Cruz de Tenerife —

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La asociación de profesionales y empresas que operan en espacios naturales de Tenerife (AOENTE) ha advertido este sábado de que prohibir las guaguas en Anaga puede aumentar el número de vehículos privados en la zona, lo que agravaría los problemas de movilidad y afectaría a la sostenibilidad.

Los empresarios, en un comunicado, han reaccionado así ante el anuncio del Cabildo de Tenerife de que, a partir de enero de 2025, se prohibirá el acceso en grandes guaguas turísticas al Macizo de Anaga, con el fin de “dar respuesta a los miles de vecinos y visitantes” de las zonas mencionadas.

La asociación ha mostrado su sorpresa ante la posibilidad de que se restrinja el acceso en guaguas y, por ello, ha solicitado una reunión con la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, para confirmar esas informaciones, conocer exactamente el alcance de tal decisión y poder plantear distintas opciones y necesidades que tengan en cuenta a la población residente y a quienes desean conocer y disfrutar de esos parajes de la isla.

AOENTE ha recordado que el turismo es el principal motor económico de estas zonas y que el flujo de visitantes, gestionado de forma responsable, es una “fuente clave de empleo y desarrollo” en Anaga.

“La guagua turística ayuda a reducir el número de vehículos privados en la zona, lo que minimiza el impacto ecológico y descongestiona las vías de acceso”, ha sostenido.

Asimismo, ha propuesto medidas alternativas como semáforos que regulen el flujo de vehículos para evitar saturaciones e implementar un sistema de reservas o permisos para operadores turísticos que garantice un equilibrio entre el acceso y la conservación del entorno.

También que se permita el acceso a guaguas en función de su capacidad y ocupación, priorizando los vehículos de mayor eficiencia, zonas específicas de aparcamientos y, si así se valora, limitar los horarios de visita para controlar y evitar la sobrecarga de visitantes.

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