El exalcalde de Icod de los Vinos Francisco González (de CC), que tuvo que dejar ese puesto tras la moción de censura que salió adelante en agosto pasado y dio el bastón de mando en el municipio a su contrincante José Ramón León, este de Somos Icodenses, ya no podrá hacer lo que defendió ante los medios de comunicación nada más conocerse, el lunes de esta semana, que había sido nombrado director general de Patrimonio del Gobierno de Canarias, en sustitución de Arturo Cabrera y por decisión del presidente Fernando Clavijo.
Entonces, Francisco González dijo que su intención era compatibilizar las dos funciones: la de gestor público en el área de Patrimonio de la Comunidad Autónoma y la de líder de la oposición en Icod. Lo primero lo podrá hacer; lo segundo, ya no. La oposición a Fernando Clavijo tachó esa decisión de otra “búsqueda de echadero”.
Esta mañana de viernes, Francisco González ha presentando la renuncia a su acta de concejal en la Corporación icodense, tras comprobar que ambas funciones eran incompatibles, tal y como lo dicta una ley territorial.
Tras su cese de este viernes como concejal, Francisco González había pasado de ser alcalde de Icod, hasta mediados de agosto pasado, a convertirse en líder de la oposición, tras el triunfo de la moción de censura, y luego, en apenas mes y medio desde que se produjo su derrota en el pleno del 17 de agosto, a asumir un cargo de director general: primero, combinado con su labor política local, y ahora solo con una de esas dos funciones, la de alto cargo del Gobierno de Canarias.
Todo lo ocurrido ha sido por imperativo legal y, por cierto, impuesto a una persona que ejerce la abogacía y que parece que de lo ahora sucedido antes no se había dado cuenta.