Cronología de un fiasco: adiós al museo de réplicas de Rodin en Santa Cruz de Tenerife
El sueño del gobierno de Santa Cruz de Tenerife de abrir un museo de réplicas de Rodin ha terminado antes de empezar. El Ayuntamiento capitalino, liderado por Coalición Canaria, aprobó el pasado 19 de diciembre un gasto de 16 millones de euros para adquirir y alquilar reproducciones de esculturas del artista. La corporación municipal tomó la decisión a espaldas del sector cultural de la isla, que ha mostrado su rechazo frontal a destinar esta cantidad de dinero a un museo dedicado a una figura sin vínculo alguno con Tenerife. Las críticas han llevado al Museo Rodin de París a renunciar a la sede.
La directora de esta institución dependiente del Ministerio de Cultura de Francia, Amélie Simier, ha enviado una carta al alcalde de la capital, José Manuel Bermúdez (Coalición Canaria). En ella, Simier concluye que “actualmente no se dan las condiciones para que la ciudad de Santa Cruz de Tenerife pueda albergar un proyecto museístico internacional”. La razón: las críticas al coste y a la calidad real del contenido del museo. Como consecuencia, el alcalde se ha visto obligado a paralizar el expediente.
La sede del Museo Rodin en Tenerife pretendía ocupar el 60% del parque cultural neogótico Viera y Clavijo, que será rehabilitado entre 2023 y 2025. De acuerdo con el expediente del Museo, ahora paralizado, la capital pretendía comprar 83 esculturas con 16 millones de euros. Para agilizar los trámites, el Ayuntamiento capitalino declaró este verano Proyecto Estratégico Municipal el contrato relativo a la adquisición de obras para dotar el museo.
Un estudio económico ''sin rigor''
Hasta el momento, 3.281 personas profesionales y vinculadas al arte y a la cultura han firmado una carta abierta contraria al proyecto. “Un museo no es una serie de reproducciones de esculturas. Un museo requiere un plan museístico serio que determine su función patrimonial”, arranca el texto.
Este escrito además asegura que el Museo Rodin de Santa Cruz se fundamenta en un estudio de viabilidad económica “exagerado” y “sin rigor”. En el estudio, al que ha tenido acceso este periódico, el Ayuntamiento asegura que “en un escenario optimista” el museo recibiría 1.089.145 visitantes al quinto año de su apertura entre turistas alojados, cruceristas, excursionistas y visitantes locales. Este dato se traduce en 6 millones de euros en ingresos.
La cifra supera con creces los visitantes que recibió el Museo Rodin de París en 2021. De acuerdo con la memoria de actividad consultada por esta redacción, en 2021 la institución parisina recibió 251.156 visitantes, a pesar de contar con 33.705 bienes entre esculturas, pinturas y fotografías, entre otros.
“Una estimación más realista y atenta al sector tendrá que asumir que se tratará de una inversión a fondo perdido y que la institución resultante requerirá de repetidas inversiones para permanecer abierta”, advirtió la carta abierta de los profesionales de la cultura. En la misma, resaltaron que la inversión no contribuiría a la construcción de un reclamo turístico “coherente”, dado que “no existe relación alguna entre Santa Cruz de Tenerife y la figura de Rodin”.
Los rectores del Museo Rodin de París han tildado estas críticas de “desinformadas”, argumentando que algunas ciudades españolas han sido escenario de exposiciones itinerantes del escultor francés.
El gobierno de la ciudad ha defendido que el museo permitiría a la capital hacer frente a las pérdidas económicas derivadas de la crisis del coronavirus. Este argumento también ha sido refutado por los expertos. “Cuantas más reproducciones y más museos Rodin circulen por el mundo, menor será el atractivo y valor de estos. Santa Cruz merece algo más que el gesto provinciano e ignorante de intentar comprar su imagen cultural con una franquicia”.
Hasta ahora, además del Museo Rodin de París, las obras del padre de la escultura moderna están expuestas en un museo del autor en Filadelfia (Estados Unidos) y en un ala dedicada al escultor en el Museo de la Prefectura de Shizuoka, en Japón.
El valor de las reproducciones de las obras de Rodin también ha sido puesto en cuestión por los profesionales del sector, que han advertido que el museo francés está inmerso en un juicio que, de concluir en su contra, podría obligar a hacer de dominio público los moldes con los que se elaboran las réplicas. “Si pierde el juicio, unas esculturas por las que el Ayuntamiento pretende pagar 16 millones de euros podrían ser producidas por cualquiera sin pagar una licencia”, explica la carta.
También el Instituto de Arte Contemporáneo de Canarias se posicionó en contra del museo. El gasto “no responde a la realidad cultural de las Islas, marcada por la precariedad”, sostiene la institución. También la Junta de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna adelantó que la apertura de este museo perjudicaría “seriamente a la cultura de la capital” y tampoco beneficiaría a la sociedad tinerfeña.
Una maniobra “de distracción”
José Manuel Bermúdez ha tildado la decisión del Museo de París de “decepcionante”, pero también de “oportunidad”. El alcalde, después de ignorar las peticiones del sector cultural en relación al proyecto de Rodin, ha apuntado en un vídeo que “a partir de ahora” se abre “un diálogo con el sector de la cultura en Santa Cruz de Tenerife”. El objetivo es intentar ubicar en el Parque Cultural Viera y Clavijo un centro de cultura.
En un comunicado, el alcalde también ha insistido en que la pérdida “no paraliza la política inversora del Ayuntamiento en la recuperación del patrimonio y la cultura locales”, pese a que una de las principales críticas del sector cultural era la falta de relaciones entre el Rodin y las Islas.
La oposición ha celebrado la noticia. Sin embargo, se mantiene en guardia por si fuera una “maniobra de distracción”. “Celebramos que el sector cultural haya podido parar este pufo y lo único que lamentamos es que este parón no haya sido fruto de una rectificación de Bermúdez”, ha apuntado la socialista Patricia Hernández. La portavoz también ha asegurado que pedirá el acto administrativo que pone fin a la adjudicación y, en caso de no recibirlo, seguirán adelante con su plan de impugnar el proyecto ante los tribunales.
El objetivo es “despejar las dudas” sobre si se trata de una “maniobra de distracción” para evitar las acciones legales anunciadas por los socialistas o de una “paralización real del proyecto”. También Unidas Podemos ha celebrado que haya “ganado el sentido común” y que la presión social haya paralizado un “pelotazo”.
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