A la socialista Patricia Hernández, joven pero ya con tablas en la política, se la ve eufórica, repleta de ganas y con mucha confianza en la victoria final. Hay que esperar, esto está claro, pero su fe y esperanza en lograr los apoyos suficientes para acceder a la alcaldía de Santa Cruz de Tenerife, en sustitución del nacionalista de Coalición Canaria (CC) José Manuel Bermúdez, no hay quien se la quite. Además, de conseguir ese logro, conseguiría poner fin a unos tres decenios de gobierno de CC en la ciudad, con estas mismas siglas o con otras de partidos afines anteriores.
En esta entrevista con la candidata del PSOE a regir los destinos de la capital tinerfeña en los próximos cuatro años, se habla de los muchos retos que el municipio tiene por delante tras los comicios del 26M, como son, según enumeración de Patricia Hernández, la evidente suciedad, el abandono de los barrios periféricos, los vertidos ilegales en aguas del litoral, los problemas de movilidad local o la escasa rehabilitación del patrimonio municipal.
La charla también ha servido para tocar cuestiones como la corrupción, la situación del albergue municipal o las posibles alianzas que el Partido Socialista pueda llevar a cabo tras los cercanos comicios, en los que parece claro que no se van a dar mayorías absolutas.
¿Qué opina usted de la sentencia del caso Las Teresitas y de la reciente entrada en prisión del exalcalde de CC Miguel Zerolo?
Bueno... Yo de la entrada en prisión no comento nada porque ese no era el fin cuando miembros del Partido Socialista denunciaron el caso; el fin era la recuperación para los chicharreros y chicharreras de ese espacio [la playa] y del dinero público gastado en la compra de terrenos. Lo primero está conseguido. Más allá de las responsabilidades penales, que estas las deciden los jueces, nosotros tenemos poco que comentar.
En cuanto a la obligación de recuperar la playa como patrimonio y también el dinero, estamos contentos. Contentos por ese logro y por devolver a Santa Cruz lo que ya era de Santa Cruz. A pesar de que hoy muchos se suman a esto, aunque sea con la boca pequeña, debo recordar que también fueron muchos, entre ellos el alcalde Bermúdez, los que defendieron no solo la honorabilidad del exalcalde Zerolo sino que incluso atacaron a los denunciantes del caso Las Teresitas. Ahora hay que conseguir el dinero que los condenados deben al Consistorio de Santa Cruz de Tenerife, algo que el Ayuntamiento no ha intentado hacer.
En diciembre pasado, por ejemplo, el Gobierno de Canarias compró a Antonio Plasencia [empresario hoy en la cárcel por el caso Las Teresitas] el terreno anexo al Hospital Nuestra Señora de la Candelaria. La pregunta es: ¿el Ayuntamiento de Santa Cruz impugnó esa compra? ¿La ha llevado al Contencioso-Administrativo para recuperar esos millones de euros que deberían ser del Ayuntamiento y no del señor Plasencia? La respuesta va a ser... No, no y no. Porque no han hecho nada, a pesar de lo que dicen para que no se pierda ni un céntimo de los millones que tienen que devolver los condenados al Consistorio de la capital tinerfeña.
¿Quiere decir que CC beneficia desde las instituciones públicas a Antonio Plasencia?
En diciembre se produjeron dos intentos a la desesperada: uno, cuajó [el relacionado con el hospital de la Candelaria], y el otro, no [el de la compra del edificio de oficinas en Cabo Llanos para uso sociosanitario por parte del Cabildo de Tenerife]. Eran operaciones para inyectar liquidez al señor Plasencia. El segundo fue el intento de compra de un edificio de oficinas, incluso con cambio de uso del suelo, para convertirlo en centro sociosanitario en Cabo Llanos.
El Gobierno de Canarias y el Cabildo [si este finalmente lo hubiera comprado] podían decir que son terceros de buena fe. La cuestión es: ¿el Ayuntamiento de Santa Cruz había inscrito en esas propiedades del señor Plasencia el pleito pendiente? La respuesta es no.
Imagínese que usted y yo tenemos un pleito en el que yo he ganado de forma provisional, solo a la espera de sentencia firme. Yo le aseguro que entre sus múltiples pertenencias estaría inscrito ese pleito, de manera que un tercero que quisiera comprar esas propiedades no pudiera aludir a la buena fe. En este caso, es evidente que no se hizo.
Por otra parte, ¿se ha impugnado ese comprobante? La respuesta es no. La realidad es que el Ayuntamiento no ha perseguido los bienes que son de Santa Cruz hasta que ahora hay una sentencia firme. ¿En este tiempo los condenados, que ya lo eran antes provisionalmente, han podido enajenar sus bienes? Un ejemplo claro de que sí es el terreno anexo al Hospital Nuestra Señora de la Candelaria.
La forma de cambiar esa situación llega con la sentencia firme y también con el resultado del escrutinio en estas elecciones locales, ¿no cree?
La sentencia firme tienen que acatarla y llevarla a cabo el Ayuntamiento. En las elecciones es donde intentan jugar a la confusión. Igual lo hicieron en 2007, cuando el señor Bermúdez defendía a Miguel Zerolo y decía que todo era un montaje del ministro de Justicia y luego candidato a la presidencia del Gobierno de Canarias, el socialista Juan Fernando López Aguilar. Es decir, siempre han intentado engañar a la ciudadanía.
Usted se ha mostrado muy crítica con el proceder del alcalde Bermúdez en relación con los vertidos contaminantes al mar en el litoral de Santa Cruz, especialmente en Cabo Llanos. ¿Cómo se encuentra este asunto y cómo debe actuar el Ayuntamiento?
Me he mostrado crítica porque Bermúdez actúa como abogado defensor de Sacyr-Emmasa [empresa concesionaria del servicio de aguas en la capital tinerfeña]. En primer lugar, son los ciudadanos los que han comunicado a Santa Cruz, a Tenerife y a Canarias que se están produciendo esos vertidos de aguas residuales. No ha habido nunca comunicación del Ayuntamiento o de Emmasa de que eso se estaba produciendo.
Además, han dicho que esos vertidos eran legales y también el punto de evacuación al mar. Esto fue así hasta que el Gobierno de Canarias, a instancia mía, nos dijo que ese punto de vertido era ilegal, contradiciendo, por lo tanto, lo que venían afirmando los abogados defensores de Sacyr: los señores José Manuel Bermúdez y Dámaso Arteaga.
Como si esto fuera poco, nos dijeron que era agua de riego. Fíjese usted la barbaridad de que estén tirando agua limpita, de riego, al mar en lugar de llevarla, por ejemplo, a los parques de Santa Cruz, que están con necesidad de ser regados. Que se lo pregunten a los vecinos de nuestros barrios.
Sin embargo, el Gobierno de Canarias, en la información que me facilita, asegura que eso es absolutamente falso. El Ayuntamiento de Santa Cruz no ha actuado. Meses después anuncia una posible sanción que no ha cuajado respecto al vertido de septiembre y no dice nada de los últimos dos vertidos.
La consejera de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, que es de Coalición Canaria, está diciendo que el Ayuntamiento de Santa Cruz le ha negado hasta tres veces el análisis de esas aguas. Es decir, oculta información a la institución pública que debe sancionar, a los ciudadanos. Lo que tiene que hacer el señor Bermúdez es dejar de defender a Sacyr-Emmasa y empezar a defender a los chicharreros.
¿Qué encaje tiene este problema de contaminación en el proyecto Santa Cruz Verde, sobre todo en la idea de que esa zona se pueda convertir en un puerto deportivo?Santa Cruz Verde
Nos sobra mala gestión. No han hecho nada en la costa de Santa Cruz en las últimas décadas. Entretanto, hemos visto una transformación en la costa del resto de la isla de Tenerife. Como Los Silos, Guía de Isora... Años y años en los que CC no ha hecho ningún proyecto de rehabilitación de nuestra costa. Al contrario, ni la protegen de los piratas que ensucian el mar ganando mucho dinero con el agua de Santa Cruz de Tenerife.
Bueno, se ha tirado el mamotreto de Las Teresitas...
Contra el criterio del alcalde y bajo sentencia judicial.
Son muchos los que dicen que el albergue municipal está asumiendo una función más propia del Cabildo ya que, al no existir este servicio público en el norte ni en el sur, cumple una labor de carácter insular y no municipal. En esta línea, el candidato del PP a la alcaldía de Santa Cruz de Tenerife, Guillermo Díaz Guerra, ya se mostró en su día a favor de cerrar el albergue si el Cabildo y el Gobierno canario no tomaban cartas en el asunto. Hace poco incluso publicó un tuit tildado de xenófobo sobre el particular y por el que se ha visto obligado a pedir disculpas… ¿Qué le parece el contenido de dicho tuit? ¿Cuál cree que es la solución al problema del albergue?
En primer lugar, quiero poner de manifiesto que se está hablando de gente que no tiene nada y que sí tiene unos derechos garantizados por la Constitución y por nuestras leyes. Esto es lo primero que quiero decir, porque a veces perdemos la perspectiva. Las administraciones públicas tienen que ponerse de acuerdo para garantizar los recursos suficientes y adecuados y así dar un servicio a los ciudadanos. En este caso, los más vulnerables de Santa Cruz de Tenerife, de Canarias y de España. Los más vulnerables, los que no tienen absolutamente nada de nada. Son los que tienen problemas demasiado gordos como para que se les trate con esa frivolidad.
A mí me produce repugnancia ese tuit, y creo que no está a la altura de los ciudadanos de Santa Cruz, que siempre han mostrado su solidaridad con cualquier acción humanitaria. La falta de empatía con esa gente me produce un rechazo inimaginable.
Por otra parte, que el albergue necesita más fondos y otra forma de organizarlo también es verdad. Hay que pensar que no tenemos gente solo en el albergue, sino también en las calles, incluso con problemas psiquiátricos y médicos. Esto mientras hay pocas plazas de desintoxicación y de psiquiatría en el Hospital Universitario de Canarias (HUC). Se habla poco de que ampliando nuestra sanidad pública también acabaríamos con este serio problema. No solo hay que dar un techo y comida, también hay que curarlos.
Yo conozco a muchos de ellos, sé sus nombres y sé que con una atención adecuada podrían rehabilitar su vida y tener una nueva oportunidad. La cuestión es qué acciones se están tomando para que esa gente tenga una oportunidad en la vida. Y que dejen de cargar siempre contra los pobres. Son mansitos con los poderosos y durísimos con los que menos tienen. Esta es una de las características constantes de CC y, desde luego, no es ajena al señor Bermúdez.
Si uno se da un paseo por Santa Cruz puede pensar que es una ciudad que está algo abandonada. Muchos de los edificios antiguos y emblemáticos de la capital se hallan en mal estado. ¿Qué propone usted en materia de patrimonio?
Muchas acciones. Desde luego, el patrimonio público hay que rehabilitarlo y convertirlo en un factor de riqueza. No han hecho nada. Hace unos días dábamos una rueda de prensa en el templo masónico, que es una joya histórica y puede ser un recurso turístico. Tenemos barrios que son el mejor ejemplo de arquitectura racionalista en Europa y, sin embargo, los tratan como solares en los que especular y construir. Cuando es público, lo tienen absolutamente abandonado. Durante años han dejado de lado nuestro patrimonio y, por lo tanto, nuestra historia. Ellos, que se dicen nacionalistas.
En cuanto al patrimonio privado, que también es historia de Santa Cruz, hay que dar ayudas para su conservación, hablar de los usos compatibles con su protección y convertir nuestro patrimonio en un factor de riqueza y reclamo turístico. Si acabamos con nuestro patrimonio, acabamos con nuestra historia.
¿Cómo valora la iniciativa Santa Cruz Verde 2030? Santa Cruz Verde 2030
Aún no hay nada. El problema es que ese suelo urbano es no consolidado. No lo digo yo, lo dice una sentencia del Tribunal Supremo. A diferencia de lo que dicta la sentencia del Supremo, el convenio firmado entre CEPSA y el Ayuntamiento dice que sí lo es.
Nosotros tenemos el proyecto en el Contencioso-Administrativo porque la diferencia entre una calificación y otra es hurtar a los ciudadanos de Santa Cruz, como mínimo, 400 viviendas públicas. Por lo tanto, en primer lugar, deben garantizarse los derechos de los ciudadanos y los usos que marca la ley.
Si ellos consideran que eso es suelo urbano consolidado están yendo contra la sentencia del Tribunal Supremo. Pero olvidémonos de eso. El futuro de esos terrenos no corresponde al alcalde de Santa Cruz ni a la Corporación del momento. El futuro de esos terrenos lo tienen que decidir los chicharreros.
¿Habrá un modelo de transporte público y sostenible para la ciudad?
Nuestra prioridad es la movilidad, pero desde que el ciudadano sale de su vivienda. Siempre nos olvidamos de que hay personas mayores con movilidad reducida que no pueden bajar a la calle. Por eso vamos a propiciar un plan de ascensores para garantizar la primera movilidad: la de salir de tu hogar.
En segundo lugar, están las rampas y las aceras. Siempre nos olvidamos de esto y salir a la calle se convierte en una yincana, me dice la gente, cuando tienes dificultades de movilidad o un carrito de bebé. Primero hay que garantizar la movilidad a pie y, por ende, los paseos.
Nosotros hablamos de avenidas norte-sur para pasear. La Salud y Ofra, por ejemplo, están pegadas, pero de espaldas. Para ir de La Salud a Ofra tienes que bajar a Cruz del Señor prácticamente, para luego volver a subir porque si no tienes que jugarte la vida. Por la industria cervecera no hay ni aceras.
Proponemos hacer avenidas norte-sur que, con un trazado adecuado, ayudarían no solo a la movilidad a pie sino al desarrollo de carriles bici, que en pendiente es muy difícil. En cuanto al transporte público hay paradas que dejan a los vecinos de los barrios muy lejos de sus casas. Hablamos de Nuevo Obrero, Las Moraditas, Cuesta Piedra, algunas zonas de La Salud... Por ello habrá que poner unos micros que hagan de conexión desde una parada hasta las zonas con más pendiente en Santa Cruz. Porque, si no, la mayoría tenderá a coger el coche.
En cuanto al problema de aparcamiento en Santa Cruz, ¿cuántas vueltas damos buscando un sitio donde dejar el coche para acabar o bien aparcando en el Meridiano o bien en los carísimos parkings del centro? Hay que recuperar para la gestión pública los carísimos parkings de gestión privada que están incumpliendo. En La Laguna hay cuatro parkings públicos y ocho en Las Palmas.
Es necesario hacer un verdadero plan de movilidad en Santa Cruz, pensado también en sus barrios y pueblos y ponerlo en marcha.
Usted ha dicho que quiere convertir a Santa Cruz en la ciudad más limpia de Canarias ¿Qué medidas concretas tomaría para dar la vuelta a la situación actual?
Santa Cruz ya lo fue hace 20 años. Mire, con más recursos que los que tuvo Hermoso y con un mejor comportamiento cívico de los chicharreros, Santa Cruz está más sucia que entonces. Y no es solo eso, sino que el señor alcalde ha sido advertido por sus técnicos de que los parámetros que recoge el contrato que pretende adjudicar a la empresa Sacyr no se van a cumplir. Es decir, que Santa Cruz va a estar igual de sucia. Incluso hay una partida para despedir personal de limpieza.
De todas formas, en estos últimos tres meses, los previos a las elecciones, ha habido una partida extra de 300.000 euros, en torno a esa cifra, destinada a mejorar la recogida de residuos en el municipio...
Es que han contratado a más gente, como a unos 50 trabajadores más solo para los meses de marzo, abril y mayo. El 31 de mayo se van a la calle. Y no lo anunciaron. Nos enteramos nosotros gracias a un papel que no voy a decir cómo llegó a mi mano. Eso es el reconocimiento de que la ciudad está sucia.
Todo apunta a que no va a haber una mayoría absoluta en el Ayuntamiento...
Bueno, no lo sé. Aún no han votado los ciudadanos.
Por eso dije “todo apunta”. Tampoco lo sé. ¿Cómo ve el periodo poselectoral? Parece que habrá dos opciones: que CC pacte con la derecha o que incluso pueda haber un pacto del PSOE con el resto de la izquierda. También entre CC y PSOE. Usted ya ha descartado esta última fórmula. ¿Cree que hay posibilidades de que se lleve a cabo un pacto de las izquierdas o prefiere el PSOE otra opción?
Vamos a ver... Hay dos personas que pueden ser alcaldes de esta ciudad: José Manuel Bermúdez y Patricia Hernández. Como los ciudadanos tienen dos opciones, yo me he comprometido con ellos a que todo el voto que vaya al PSOE sea un voto de cambio; es decir, que ningún voto que pretenda hacerme alcaldesa a mí acabe convirtiendo a Bermúdez otra vez en alcalde de Santa Cruz.
Mi proyecto es de cambio y garantiza el cambio. A partir de esta afirmación, si los ciudadanos no nos dan la mayoría absoluta, nosotros trabajaremos en una alianza de cambio. Santa Cruz necesita abrir las puertas y las ventanas, movilizar todos los recursos y una gestión eficiente. Necesitamos una Santa Cruz en la que la gente de los barrios se sienta parte de la ciudad de una vez por todas y no diga “bajar a Santa Cruz”. Y para eso necesitamos poner a Coalición Canaria en la oposición.
En el caso de que haya un pacto a la derecha y Patricia Hernández no consiga ser alcaldesa. ¿Qué va a hacer usted? ¿Permanecerá en la oposición o va a recoger velas y quedarse en el Parlamento?
Yo ese escenario lo descarto antes de que los ciudadanos voten, porque te puedo asegurar que tenemos proyectos para iniciarlos nada más llegar. Es decir, nosotros aspiramos a transformar Santa Cruz desde la alcaldía. Dicho esto, mi compromiso con Santa Cruz es firme y por supuesto estaré donde me pongan los ciudadanos. No voy a irme a ninguna parte. Primero, porque voy a ser alcaldesa de Santa Cruz, y segundo, porque estaré donde me digan los ciudadanos. No voy a irme absolutamente a ninguna parte.