El grupo parlamentario de Podemos ha exigido al Gobierno de Canarias un plan “verosímil” para atajar “los vertidos indiscriminados” de aguas residuales.
El diputado de esta formación, Francisco Déniz, ha considerado que la situación de las costas de Tenerife que ha generado un intenso debate y una elevada alarma social es consecuencia no sólo “de una malísima gestión de las aguas residuales en la isla y, por extensión en el Archipiélago, sino por el cambio climático global, debido al maltrato al que sometemos el entorno medioambiental”.
Déniz señala que el Gobierno canario y algunos cabildos no pueden negar la evidencia, deben asumir las críticas y, apoyados en informes científicos, decir claramente “lo que ya todo el mundo sabe”.
Según el parlamentario, estas instituciones deben decir que el l fenómeno conocido como microalgas se debe a un proceso de calentamiento global y de alteración catastrófica del clima y que además no se ha hecho nada para cumplir con la normativa marco sobre depuración de aguas residuales.
En el caso de Tenerife, ambos fenómenos, aunque presentan orígenes distintos, “se han juntado en tiempo y espacio para dañar las condiciones de vida de los isleños y nuestra principal industria”, añade el diputado de Podemos.
Por ello el grupo parlamentario de Podemos pedirá al Gobierno de Clavijo en los plenos de septiembre que se pronuncie sobre estas cuestiones y que presente “un plan verosímil para atajar, sobre todo, el problema de las aguas residuales, que se vierten indiscriminadamente”.
Déniz señala que solo en la isla de Tenerife se vierten 157 millones de litros de aguas sin depurar al mar en emisarios casi pegados a la costa, cuando no corren libremente por barranquillos hacia el mar.
Agrega que aunque la preocupación se ha concentrado en Tenerife, ninguna isla se libra de vertidos residuales y fecales al mar sin depurar, sin autorización alguna en un 74% de los casos, dato que, según el diputado, fue ofrecido por el propio gobierno canario en 2008.
Podemos interpelará también al gobierno sobre los problemas acaecidos respecto al fenómeno conocido como microalgas que se suma al de los vertidos incontrolados.
Para Déniz, el Gobierno no tiene voluntad ni una política clara de preservación medioambiental ni social, ni una política a corto y medio plazo para garantizar las condiciones de excelencia de nuestras aguas marinas.