La portada de mañana
Acceder
16 grandes ciudades no están en el sistema VioGén
El Gobierno estudia excluir a los ultraderechistas de la acusación popular
OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

Así transcurrió el apagón que dejó a Tenerife sin luz varias horas

Dificultades en la circulación en Santa Cruz de Tenerife al no funcionar los semáforos debido a un apagón eléctrico que afecta a toda la isla. EFE/Miguel Barreto

Tenerife Ahora

Santa Cruz de Tenerife —

Seis horas después del apagón generalizado que ha dejado sin luz a toda la isla de Tenerife, la corriente ha regresado a unos 150.000 hogares, un tercio de la isla, según ha indicado Endesa. El incidente se produjo a las 13.11 horas, han informado fuentes de la compañía, cuando, por causas aún sin determinar, se perdió el suministro.

Las primeras estimaciones hechas por la compañía han asegurado que el servicio quedará repuesto una vez puedan arrancarse los grupos de vapor de mayor tamaño, situados en la central de Granadilla, algo que ocurrirá después de las 19.00 horas.

El apagón se produjo sobre la 13.11 como consecuencia de “problemas técnicos”, según ha afirmado la Consejería de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias. Endesa ha confirmado que se trata de un cero energético y que se están averiguando sus causas. 

La alcaldesa de Santa Cruz de Tenerife, Patricia Hernández, ha explicado que se está trabajando desde Endesa para restablecer el servicio, y se espera que todo vuelva a la normalidad en unas seis horas, extremo que ha confirmado la Consejería de Transición Ecológica, que ha añadido que se activado un protocolo de crisis junto a Endesa y Red Eléctrica de España.

La luz ya ha empezado a volver al municipio de La Laguna, y a distintos barrios de Santa Cruz, como Azorín, Chimisay Bajo, Acorán, La Salle, San Antonio y la zona de la piscina, tras el apagón registrado este domingo en la isla, ha informado el Ayuntamiento en su cuenta de Twitter.

También ha vuelto el fluido eléctrico en buena parte de Distrito Ofra, Imeldo Serís, Residencial Anaga, parte del Toscal y Weyler.

El apagón general está ocasionando numerosas dificultades en la isla, y ha afectado a un millón de personas, entre residentes y turistas. También se han registrado problemas en el tráfico ya que todos los semáforos dejaron de funcionar, aunque no se dieron grandes retenciones ya que el tráfico dominical es menos denso. 

El Tranvía, por su parte, ha comenzado poco a poco a estar operativo, aunque durante el apagón quedó detenido en las inmediaciones de la estación Cruz del Señor. La compañía de guaguas TITSA puso en marcha entonces un servicio de guaguas lanzadera para los pasajeros.

“Estamos intentando averiguar qué ha pasado y de qué manera se puede solucionar más rápidamente. Sentimos las molestias”, explica el Consistorio a través de su cuenta de Twitter. Desde Endesa han explicado a Canarias Ahora que no se ha producido ningún incidente en la central térmica de Caletillas, como han apuntado algunos ciudadanos. Además, insisten en que se han activado los protocolos necesarios en coordinación con Red Eléctrica de España (REE) y que trabajan para restablecer el servicio lo antes posible y dar con la causa. 

Fuentes del Centro Coordinador de Emergencias de Canarias informaron de que se habían recibido numerosas llamadas por incidencias relacionadas con paradas de ascensores y salidas de garajes. De hecho, según ha informado el cuerpo de Bomberos de Tenerife, se han registrado más de 70 salidas relacionadas con rescates en ascensores.

Mientras tanto, los aeropuertos están funcionando con normalidad, según han explicado fuentes de Aena, porque tienen grupos electrógenos propios. Los hospitales también están funcionando con normalidad. 

Los comercios son los grandes damnificados. Una heladera del centro de Santa Cruz comenta que tendrá que regalar o tirar sus helados si la luz no llega en poco tiempo ya que después de tres horas sus helados artesanales no pueden soportar estar sin frío. Unas horas después, el local aparecía ya cerrado.

En un restaurante japonés situado en el casco de Santa Cruz también temían quedarse sin sus productos y la plantilla continuó trabajando con mucho calor, debido a que no funcionaba el aire acondicionado y estaban a oscuras. “Esperemos que no dure mucho porque el pescado necesita frío”, comentaba uno de los empleados. “Estamos haciendo todas las cuentas y comandas a mano y no funciona ni la freidora ni las neveras ni la máquina de café”, se lamentaba.

En una farmacia situada a pocos metros, las empleadas se agrupaban en la puerta. Sin clientes en el interior, confirmaron a este periódico que solo podían vender el género que tenían a mano, ya que la mayoría de los medicamentos los suministra un robot que conecta la farmacia con el almacén. 

A pocas calles de allí, los trabajadores de una panadería comentaban que, aunque podían vender el género, porque no necesita frío, estaban esperando poder cerrar porque estaban a oscuras y sin clientes en el establecimiento. Sin embargo, no podían irse porque la reja es eléctrica y no había manera de bajarla a mano. 

El panorama en el centro de Santa Cruz no dejaba lugar a dudas de que algo estaba pasando en la ciudad. Grupos de turistas se preguntaban por qué muchos de los locales se encontraban a oscuras y con las rejas a medio bajar, o con objetos en la puerta para impedir la entrada a los clientes. “¿Saben qué ha pasado?”, se preguntaba un grupo de jóvenes en la plaza de España, donde a pesar del apagón varios locales seguían abiertos, aunque solo algunos sirviendo comidas. “Solo servimos bebidas”, avisa una camarera en la calle San José.

Los de comida rápida tuvieron que cerrar sus puertas porque no podían realizar ni siquiera los pedidos. Los empleados, sentados en la terraza, esperaban la orden para irse a casa. En una perfumería situada en la calle Castillo, un grupo de trabajadoras logró a duras penas bajar la reja manualmente y cerrar el comercio. 

“Solo en efectivo”, pero la mayoría de los cajeros también dejó de funcionar. “¿Y se sabe cuándo va a volver?”, se preguntaban los clientes en una cafetería situada frente a un comercio de lencería cuya alarma no dejaba de sonar. 

Sobre las 17.00 horas, poco a poco las incidencias se fueron reduciendo y la isla comenzó a recuperar la normalidad. Llega el momento de hacer balance de pérdidas y daños, si los hubiera y aclarar qué ha ocurrido.

Etiquetas
stats