El Cabildo de Tenerife prevé reabrir el refugio de Altavista en el primer semestre de 2024

Europa Press

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El Cabildo de Tenerife prevé la reapertura del Refugio de Altavista, ubicado en el Parque Nacional del Teide, para el primer semestre del próximo año. Así lo expuso la presidenta de la corporación insular, Rosa Dávila, durante una rueda de prensa ofrecida este lunes con motivo del Día Internacional de las Montañas.

Dávila, que estuvo acompañada por la consejera de Medio Natural, Sostenibilidad y Seguridad y Emergencias, Blanca Pérez, y el director insular de Medio Natural, Pedro Millán, indicó que se trabaja para reabrir el Refugio de Altavista, que permanece cerrado desde noviembre de 2020. “Es un equipamiento de vital importancia para la seguridad y la protección medio ambiental del Teide y queremos ponerlo en funcionamiento lo antes posible”, indicó.

En estos momentos, comentó, “el área de Medio Natural, Sostenibilidad y Seguridad y Emergencias está a la espera de recibir el estudio de viabilidad económica para acometer las mejoras, se trata de tener un Refugio de Altavista más sostenible, con nulo impacto ambiental en el subsuelo, que esté alimentado con energías renovables y que ofrezca mejores instalaciones para los que allí pernocten”. La intención, apuntó, “es que se pueden acometer los trabajos lo antes posible para proceder a la reapertura en el primer semestre del próximo año”.

Asimismo, Rosa Dávila destacó la estrecha colaboración con la Federación Tinerfeña de Montañismo, el Grupo Montañero de Tenerife y la Federación Canaria de Montañismo para el desarrollo de iniciativas que redunden en beneficio de la ciudadanía. “El Cabildo desarrolla una política recreativa en la naturaleza con acciones para que la población realice diferentes actividades en el medio natural de forma ordenada y segura, garantizándose al mismo tiempo la conservación de los ámbitos sobre los que se desarrollan esas actividades”, destacó.

Por su parte, Blanca Pérez, indicó que también se está trabajando con el Grupo Montañero de Tenerife para ceder la Casa Forestal de Garachico, en la Montañeta, para que sirva de centro de actividades vinculadas al montañismo y también como refugio-albergue en una zona con gran riqueza de caminos y tradición senderista.

Además, destacó la línea de colaboración con las dos federaciones Tinerfeña y Canaria, quienes reciben sendas subvenciones de 15.000 euros para diferentes iniciativas como el desarrollo de la aplicación Tenerife ON y la homologación de senderos, respectivamente.

El director insular de Medio Natural, Pedro Millán, explicó que está previsto desarrollar convenios “que permitan la aportación de los más de 25.000 federados en la información sobre el estado actual y las posibles incidencias en la red insular de senderos, así como la progresiva homologación de los senderos de pequeño recorrido que se van a incorporar a la mayor red de caminos públicos de todo el archipiélago, siempre con los criterios de calidad y seguridad imprescindible no sólo para los caminantes locales sino también para los miles de turistas que cada vez más acuden a esta isla atraídos por caminar en la naturaleza”.

Asimismo, Millán destacó la importante labor que realiza la Oficina de la Participación y el Voluntariado Ambientales del Cabildo “que viene trabajando desde hace años con diferentes colectivos y grupos de toda la isla en el cuidado y la defensa de la naturaleza de las montañas, con numerosas acciones de concienciación y sensibilización ambiental”.

Así, señaló que “se organizan limpiezas de residuos en senderos, lucha contra especies invasoras, actividades de información y formación sobre valores naturales y culturales y de recuperación de caminos y actividades tradicionales”.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) celebra el 11 de diciembre el Día Internacional de las Montañas, cuya temática en la edición de este año está dedicada a la restauración de los ecosistemas de montaña.

La iniciativa promovida por la ONU pretende sensibilizar a la población sobre la relevancia de los ecosistemas de montaña y demandar soluciones, mejores prácticas e inversiones basadas en la naturaleza que construyan resiliencia, reduzcan la vulnerabilidad y aumenten la capacidad de las montañas para adaptarse a las amenazas diarias y los eventos climáticos extremos.